La llegada de la noche más alocada marca el final de un año y el comienzo de otro ante el que se abren todo tipo de expectativas. Más allá del resultado final que cada uno asignará dentro de 365 días, la ciudad de Vitoria abre un extenso abanico de fiestas y celebraciones para sumergirse en cualquier tipo de jarana en las primeras horas de 2017. La oferta es amplia y variada para divertirse en cualquier lugar y hora, aunque se observa en este inicio de un nuevo año, que la oferta ha disminuido en cantidad con respecto a nocheviejas precedentes. Cierto es que la diversión se va a encontrar en cualquier bar o rincón de la ciudad y que para eso no ha hecho falta que lo hayan pregonado a los cuatro vientos sus organizadores. En lo que hace referencia a fiestas o cotillones se pueden encontrar cerca de una veintena de celebraciones en escenarios que pasan desde las discotecas que se reparten por la ciudad o los restaurantes y hoteles que siempre ofrecen un toque diferente, más cuidado y selecto para los que se decantan por esta opción.
La celebración de este tipo de actos está contemplada dentro de la normativa municipal de cada uno de los locales que van a recibir 2017 por todo lo alto. Sólo en dos casos se ha cursado al departamento de Medio Ambiente, encargado de su regulación, las peticiones específicas de los restaurantes Andere y El Caserón, que requieren de una “autorización expresa para la realización de un cotillón en sus locales, porque modifican la licencia de actividad con la que cuentan”. No sucede lo mismo en el resto de salas de fiestas, discotecas e incluso bares porque todas las celebraciones programadas “se ajustan a sus licencias” y, por lo tanto, no han debido realizar solicitud alguna. Sí que se ha procedido a revisar por parte de este mismo departamento todos esos puntos festivos para comprobar que cuentan con las medidas de evacuación y seguridad necesarias para minimizar los riesgos, en caso de producirse algún contratiempo.
Superadas las cuestiones protocolarias y legales, llega el momento de decidir si la opción elegida es una sala de fiestas, discoteca o se opta por la distinción y cierta privacidad de los hoteles o restaurantes. En estos casos, el presupuesto y el bolsillo terminan por inclinar la balanza hacia uno u otro lado. La horquilla de precios es variada y este detalle, a buen seguro, terminará por decidir el destino final de los amantes del gorro de cartón y el matasuegras como elemento de compañía en las primeras horas para descorchar el 2017.
Dentro de las salas de fiesta o discotecas, se parte de un precio ajustado, como los 18 euros que costarán las dos consumiciones de la sala Urban Concept, en Portal de Gamarra. Oferta también este recinto una segunda opción con 35 euros y la posibilidad de disfrutar de cuatro copas. En cualquiera de los casos habrá también una cena fría y cava gratis. En la misma cantidad de los 35 euros el pub Pase, en la calle Fueros, es un destino asequible para las 130 personas que hayan logrado hacerse con una de las entradas que salieron a la venta. Cinco copas o el reparto entre diez cervezas o kalimotxos van a ser la manera de repartir esos 35 euros que cuesta la entrada para disfrutar de la fiesta..
Con idéntico precio, uno de los espacios emergentes en la noche vitoriana, como es la sala Mitika, ofrece la posibilidad de dar rienda suelta a la fiesta por 35 euros y derecho a tres copas. Será la primera Nochevieja con este nombre del espacio situado en los bajos de Dendaraba para recibir el año. No faltarán los artilugios festivos, además de una cena fría y animación musical para el baile de los asistentes en dos espacios diferenciados. Los DJs Mikel Gil y Juan Carlos Escandell amenizarán una fiesta que requiere de media etiqueta.
El listón sube cinco euros para estar presente en la sala Le Coup, de Beato Tomás de Zumárraga. Sus 40 euros se repartirán en cinco copas, mientras que los que sean capaces de ingerir siete tragos largos deberán desembolsar 50 euros. En esa misma barrera de precio ha marcado su tarifa la céntrica y veterana sala The End, calle Florida, para ofrecer a los incondicionales de la fiesta seis horas de jarana, desde la una hasta las siete. Estos billetes son de lo más cotizado y se agotaron rápido para disfrutar de actuaciones, catering, chocolatada y barra libre toda la noche.
A medida que se incrementa el presupuesto disponible se va abriendo el abanico de destinos. Kubik ofrece, por 55 euros, la posibilidad de barra libre de una a seis de la mañana, photocall, catering de tres y media a cinco y media, un aperitivo de bienvenida, repetición de las campanadas a las tres de la mañana y desayuno a partir de las 7.15 horas. El aforo de esta fiesta es reducido, pero no se apresuren en correr porque están agotadas desde hace varias fechas. Esta misma sala tiene una opción de fiesta más amplia, y también más cara, en la que se incluye también la cena. Todos los comensales comenzarán la degustación gastronómica a las 21.00 horas y saborearán las uvas hasta después de las campanadas y seguir la fiesta en El Victoria. La tarifa a aplicar es de 85 euros para los adultos y 45 para los niños.
La fiesta se reparte por todos los rincones esta noche y un espacio como Padeleku se ha animado también a recibir el año con su propio cotillón en el que también habrá tiempo para jugar al pádel o sudar los excesos en una master class de zumba. La entrada, con precios entre los 45 y 70 euros, lleva cuatro consumiciones incluidas y una recena.
Más allá de las salas de fiesta los cotillones organizados por restaurantes y hoteles de la ciudad siempre son también un foco de masiva atracción y muy codiciadas sus entradas, a pesar de algunos elevados precios. Algunos tradicionales eventos como el del Bakh o el hotel Jardines de Uleta no aparecen este año en el listado de cotillones por los problemas de años anteriores. Fieles a la cita de cada arranque de año, emergen una vez las citas con El Caserón y el Andere, que son los dos únicos recintos de la ciudad que han necesitado solicitar la autorización expresa para poder organizar la celebración.
Es destacable el éxito y buena acogida de estos cotillones porque sólo entre las tres celebraciones de El Caserón, Andere y Zaldiaran hay 1.200 vitorianos que van a recibir de gala a 2017. Los precios oscilan desde los 65 euros de El Caserón, los 70 del Andere y los 125 más IVA del único restaurante con estrella Michelin de la ciudad. La distancia desde el centro no es obstáculo para El Caserón que incluye un autocar de traslado, para sus 500 invitados, además de tres ambientes musicales, cinco copas, cena fría y sorteos de regalos. El céntrico Andere, con 450 billetes agotados a 70 euros, se enfoca a la gente más joven y con un tope de edad de alrededor de 40 años. No faltarán los bailes y varios ambientes en uno de los recintos más tradicionales de la noche de esta jornada.
Más selecto es el restaurante Zaldiaran, con un cuidado menú de cena que se incluye en los 125 euros, además del IVA, o los 50 que cuesta el cubierto infantil. Los suculentos manjares, con cochinillo incluido, darán paso al café cava, barra libre hasta las tres de la mañana y todo lo necesario para meterse de lleno en el cotillón.
No cesa aquí la lista de hoteles y restaurantes que organizan la entrada al año por todo lo alto. El hotel Palacio de Elorriaga pone a disposición varias opciones, entre los 80 y 180 euros, según se decante por la cena o concluir alojado en el hotel. También el Silken Ciudad de Vitoria propone una selecta entrada del 2017 con un precio de 130 euros con exquisita cena, uvas, baile hasta las cinco de la madrugada y música en directo.