amurrio - La céntrica plaza Juan Urrutia de Amurrio acogió ayer el tradicional mercado navideño, en el que cientos de vecinos y foráneos tuvieron una oportunidad de oro para llenar sus despensas y preparar la suculenta cena de Nochebuena con productos llegados de baserris de toda la comarca. El público tuvo a su disposición medio centenar de puestos en los que encontrar una gran diversidad de productos del agro vasco: queso, txakoli, miel, verduras, pan, pastel vasco, carne, repostería, mermeladas, patatas, bacalao, anchoas, jamones, embutidos, conservas y licores. Tampoco faltaron artículos de artesanía: cerámica, cuero, talla de madera, prendas de lana o de bisutería reciclada etc.

La empresa creada recientemente por el fotógrafo Txemi Llano y la diseñadora gráfica Iraia Aspuru se estrena este año: “Es el primer mercado al que asistimos y esta funcionando muy bien, a partir de enero esperamos poder acceder a las oficinas de turismo del valle para disponer de un punto de distribución fijo de material, y extender la idea a otras comarcas, pero poco a poco”, apunta Llano. De que las ventas van mejor dan fe las hermanas Arantza y Dulce Burutxaga, al pie de su puesto de productos cárnicos, profusamente decorado con muérdago por aquello de repartir buena suerte. “Estamos teniendo que reponer lo expuesto, y eso otros años no nos ha pasado”, aseguran. De la misma opinión son la elaboradora de pasteles vascos de Orduña, Arantza Meabe, y la pastora ayalesa, Mertxe de Menoio: “No sabemos si porque hay mucha gente ya de vacaciones, o por la gran cantidad de aitas y amas que han salido a la calle a oír cantar villancicos a los niños y niñas de Aresketa Ikastola, pero se nota mucho más movimiento”, argumentan. Para el txakolinero Txomin Solaun, en cambio, la cosa no es muy fue muy diferente a otras ferias: “Supongo que dependerá del producto, no se consume tanto txakoli como pan”, matiza.

Para lo que sí sirvió un año más el mercado es para dar a conocer el trabajo de los artistas de la comarca, como el ceramista de Quejana Santiago González, que acercó a la cita auténticas joyas escultóricas en forma de olentzeros y nacimientos, así como vasijas de cerámica y similar. “El domingo inauguro en la parroquia de San Juan Bautista de Quejana una exposición que permanecerá hasta febrero”, informa.

Antes, a las 10.00 horas de hoy, partirá desde la misma plaza Juan Urrutia la tradicional subida al Babio que organiza Amurrio Trail Taldea, aunque esta edición llega con importantes novedades. Y es que van a participar en ella los chicos y chicas del club de ocio Gazte Alaiak de Apdema que, gracias a la asociación Montes Solidarios, van a ver cómo su compañero Borja (un chico de 21 años aquejado de espina bífida) sube por primera vez en su vida al monte. Una vez en la cima, y tras 5,5 kilómetros, se realizará una foto de familia, junto a la estatua del montañero que corona esta cumbre, en la que también está Olentzero.