las fechas navideñas se echan encima y apenas queda tiempo para preparar los menús de Nochebuena, Nochevieja, Navidad... Eso, algunos. Los más previsores llevan varios días rondando los puestos de la Plaza de Abastos, sus despensas presentan ya media entrada, tienen los pedidos realizados y lo que pueden congelar o envasar al vacío, lo tienen preparado. Como cada año por estas fechas, toca visitar las tiendas de confianza, hacer comparativa de precios y decidir qué delicias llenarán la mesa. Cinco mujeres, trabajadoras del mercado, componen con sus palabras la imagen de lo que nos podemos encontrar estos días en Abastos y nos ofrecen una idea de los productos más demandados por los comensales alaveses.

María despacha una amplia variedad de productos en el puesto de Carlota. El público no para de amontonarse frente al expositor mientras ella se afana con la cortadora. “Este año la gente ha comenzado a aparecer poco a poco”, señala mientras hace balance preliminar de la campaña navideña. Eso sí, asegura que se percibe “algo más de alegría” en las compras. Las demandas clásicas no fallan. Los clientes le reclaman jamón -del bueno, por supuesto-, micuit e hígado fresco. Son sus productos estrella. La lista de pedidos se alarga a ojos vista y a partir del próximo miércoles tocará despacharlos todos. En cuanto a precios, asegura que por el momento se mantienen estables. “Tanto el jamón como el salmón subieron en verano, pero ahora mismo el precio no varía”, aclara.

Justo enfrente, en el puesto de la carnicería Unzalu, Mari Carmen atiende a un nutrido grupo de personas. En su muestrario de productos se ordenan muchos de los manjares clásicos de la Navidad. “Se vende muy bien el cabrito, también el corderito y el cochinillo, aunque no tanto como el cabrito. Luego tenemos el solomillo, por supuesto, aunque la gente se está animando a preparar cosas un poco más elaboradas, como carrilleras ibéricas rabo de toro... Es el efecto Masterchef, hay mucho cocinillas”, bromea. Observa a la gente “muy animada, como es normal en Navidad”, y en cuanto a previsión, asegura que hay de todo. “Recibimos muchos encargos distintos. Hay gente que se lo lleva para congelar, otros que se pasará la semana que viene y se lo llevarán envasado al vacío... También depende un poco de lo que elijan. Si llevan cosas para poner en salsa, las llevan antes y lo dejan hecho”, desentraña. A partir de la semana que viene dará salida a todos los pedidos acumulados durante estos días. Los precios están, par de euros arriba o abajo, igual que hace un mes. “La carne es muy regular todo el año. La gente piensa que en Navidad sube el cordero, cuando la verdad es que sube en verano, que es cuando hay menos producción. “En verano las ovejas no paren”, revela. Para concluir, destaca sonriente que “hay mucho movimiento por la plaza en estos días y desde que se hizo la reforma, mucho más, no hay color”.

Pero no sólo de carne vive la Navidad. El pescado y el marisco cuentan con un amplio espacio por derecho propio en toda mesa que se precie. En el puesto de Mariano Alonso, Victoria informa de las novedades del sector mientras limpia unos calamares frescos y despacha unas raciones de pulpo. A su entender, el volumen de público y el ambiente prenavideño es muy similar al del año pasado. Sus productos estrella son, ahora mismo, el besugo, los calamares y la amplia gama de crustáceos y moluscos que se apiñan sobre el hielo del expositor y que componen la gran familia del marisco. Considera que si se produce alguna diferencia, es en la cantidad de dinero que se está dedicando este año a la cesta de la compra. No habla ni de más cantidad ni de más calidad, sino de “más ilusión”. Algo muy de agradecer en estas fechas. Su cartera de pedidos, al igual que la de sus compañeras, está “a rebosar, sobre todo de cara a Nochebuena”. Eso sí, a diferencia de ellas y tratándose de pescado y marisco, Victoria los despachará “el mismo día o como mucho la víspera”. Al valorar el vaivén de los precios en las últimas semanas, apunta que “el besugo y el rape han subido, y la almeja y la gamba, algo también”. Para acabar, lanza un aviso a navegantes: “la semana que viene volverán a subir todos los productos típicos como el besugo, la lubina, la merluza... El besugo llegará a duplicar su precio con respecto al resto del año”.

También son días en los que apetece darse caprichos y cuidar el paladar de la familia con productos de Label. En la tienda de Uagalur, Pilar combina tradición y sabores contemporáneos. Los estantes que la rodean están repletos de las más variadas delicias con sello alavés de calidad. “Desde primeros de mes se nota que hay más movimiento. La gente está localizando lo que quiere y comparando precios”, informa. Uno de los productos estrella de su puesto, tanto por su categoría como por su originalidad, son las cestas. Pequeños contenedores que combinan vino de Rioja Alavesa con legumbres locales, Idiazabal de la tierra y cuantas maravillas se quieren sumar. Todo ello a precios realmente ajustados. “La gente cada vez se anima más a consumir producto local y este tipo de regalos”, señala satisfecha. “En Navidad siempre se compra con más alegría, pero los clientes no dejan por ello de comparar precios. Tenemos cestas de coste ya fijo, pero también ofrecemos la posibilidad de que el público las complete a su gusto con los productos que quiera. Por ejemplo, a lo largo del año vendemos más vino cosechero, pero en estas fechas salen más crianzas y reservas. También se animan a cocinar más con aceite de oliva virgen extra ecológico... Cada uno llena la cesta de acuerdo al presupuesto que se ha planteado”, detalla.

Y qué mejor final que rematar la jornada comprando flores. En el puesto de Angelines, Marina se afana en ordenar un buen número de rojas flores de Pascua, una de las plantas “más solicitadas y características” de estos días. Explica que, lógicamente, estas fechas constituyen uno de los picos de venta fuertes del año. “No sólo como regalo en sí mismo en forma de ramos, la gente compra flores para adornar otros regalos o como decoración para los centros de mesa en la cena de Nochebuena, Nochevieja, Navidad...”, señala. Los precios, en este caso, no sufren variaciones con respecto al año pasado.