Vitoria - Un día menos. Los vecinos de Abetxuko tachan fechas en el calendario y hacen cábalas sobre el momento en que se haga pública la decisión judicial que pende sobre la solicitud de desalojo cautelar de los pichis, presentada por la legítima propietaria del inmueble, Arantxa Rodríguez. Las últimas informaciones llegadas al barrio desde el Palacio de Justicia sostienen que la resolución llegará a primeros de diciembre, es decir, dentro de una semana. Al parecer, el retraso en el pronunciamiento obedece a que la parte denunciada ha renunciado a su abogado, por lo que es necesario aguardar a la designación de un sustituto de oficio. Una estrategia que los vecinos interpretan como una maniobra de dilación obra de SOS Racismo Araba, que presta asistencia a la familia, encaminada a ganar tiempo. El objetivo consistiría en agotar el plazo de tiempo que tiene el Ayuntamiento antes de verse en la obligación de empadronar a la familia Manzanares Cortés en la vivienda de la calle de El Cristo.
De acuerdo con las noticias que llegan a Abetxuko, el auto redactado por la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria está ya preparado, listo para hacerse público. Es más, se entiende que la decisión de la juez, teniendo en cuenta los fallos previos emitidos en este mismo sentido, es favorable a los intereses de la propietaria de la vivienda. Sin embargo, la decisión de cambiar de representante legal obligaría a designar un abogado de oficio y a remitirle las notificaciones, con lo que los días siguen corriendo a favor de los pichis. No obstante, con el calendario en la mano, parece improbable que la táctica pueda prosperar, ya que el Ayuntamiento todavía dispone de más de un mes antes de tener que dar de alta a la familia en el padrón. Al no cuadrar las fechas, los vecinos no descartan que los ocupantes del inmueble puedan llegar a abandonar la casa de forma voluntaria en los próximos días. Su próximo destino, de acuerdo con todos los indicios, sería el Casco Viejo de Vitoria donde ya residen varios grupos de familiares.
ratificación De forma paralela, una representación de la Asociación de Vecinos Uribe Nogales de Abetxuko acompañó ayer a Sandra, la ex empleada de la panadería del barrio, a los juzgados de Vitoria. Allí, la mujer ratificó la denuncia presentada contra varios miembros de los pichis por protagonizar, presuntamente, un intento de robo en el establecimiento donde ella trabajaba.
La denunciante se reafirmó en su relato original y declaró que varias jóvenes pertenecientes a la familia que ocupa el número 54 de la calle de El Cristo trataron de robar en la panadería, que ella trató de impedírselo y que recibió insultos y amenazas. Aunque inicialmente retiró la denuncia “por miedo”, volvió a reactivarla al decidir “que no podían salirse con la suya”. “Aquí se están recibiendo amenazas y se está produciendo acoso por parte de ellos” manifestó el martes en alusión a los pichis.