Son las seis letras que probablemente más cuesta escuchar a un paciente de boca de su médico: cáncer. De hecho, todavía hay quien no se atreve a llamar a este mal por su nombre y emplea un eufemismo en su lugar como símbolo del tabú social que aún pervive a la hora hablar de esta patología, que afecta cada año en España a 200.000 nuevos pacientes.

Un horrible bicho que nadie quiere sufrir de cerca, pero que ha sido posible socializarlo gracias a la realización de eventos solidarios para recaudar fondos en favor de su lucha. “Programar este tipo de eventos permite dar visibilidad a la asociación, normalizar el cáncer en las calles, para ayudar también a las personas que lo sufren, y recaudar dinero”, explica el presidente de la delegación alavesa de la Asociación Española Contra el Cáncer, Patxi Ormazabal. Precisamente, el número de socios de esta organización es una muestra de los avances en concienciación logrados entre la población, al pasar de tener en el año 2014 560 afiliados a los 2.800 en la actualidad. Sus cuotas son vitales para financiar la investigación a la hora de combatirlo. “Somos la asociación que más invierte en todo el Estado en investigación. De 2010 a 2015 invertimos 30 millones de euros y en este 2016 llevamos ocho millones”, explica con orgullo Ormazabal. Un territorio, como precisa, en el que predomina el cáncer de colon, pero en el que también se ha mejorado la prevención. “Ahora en Álava la prueba del colon llega al 100% de la población y el 70% se la hace”, matiza Ormazabal, quien insiste en la necesidad de quitar el miedo de hacerse esta revisión. “Cuanto antes te lo diagnostiquen, más probabilidades hay de curarse”, recuerda.

Ya que, como afirma, los esfuerzos en investigación están logrando cada vez más “tratamientos personalizados para no bombardear al paciente”. Ya no se mata moscas a cañonazos, sino que se apunta antes de disparar. “Todo el tratamiento está más localizado. Ése es el futuro”. De hecho, según Ormazabal, “el 50% de las personas que hoy nacen va a tener un cáncer a lo largo de su vida, pero aunque parezca alarmista no va a morir casi ninguno. Los avances harán que se cronifique el cáncer”, opina el presidente en Álava de la AECC, quien reivindica más apoyo por parte de las instituciones, quienes “están demasiado cómodas sabiendo que hay asociaciones que se preocupan de los enfermos y no dedican todos los recursos que deberían dedicarles, aunque, en mi caso, no me quejo. Hay otras peor”.

Cáncer hematológico La programación de conferencias es otra prueba de las actividades que la AECC de Álava realiza cada año para normalizar el cáncer. La última de ellas será este jueves con la conferencia Manejo de los cánceres hematológicos: de dónde venimos y hacia dónde vamos, a las 19.30 horas en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. Su ponente es el doctor José María Guinea de Castro, jefe del Servicio de Hematología y Hematoterapia de la Organización Sanitaria Integrada Araba (OSI Araba), quien tiene claro que “el boom del diagnóstico” ha sido una de las grandes mejoras a la hora de mejorar la supervivencia de los enfermos en los últimos 25 años. Es por ello que la primera parte de la charla de este doctor dará a conocer cómo ahora se puede conocer el carné de identidad de las células, gracias a la citrometría de flujo.

“También hablaré de la biología molecular por la que hemos empezado a conocer la alteración de los genes para hacer un mejor diagnóstico y mejorar el pronóstico”, agrega Guinea de Castro, quien en la segunda parte de la charla destacará que el tratamiento ya no se hace por edad, sino por “la fragilidad”, para mirar las enfermedades que tiene asociadas cada paciente. “En el futuro el tratamiento será más personalizado. No sólo es tratar la enfermedad, sino al paciente al conjunto. Se atacará la célula tumoral y se reforzará el sistema defensivo”.