Espejo - La localidad de Espejo será hoy el escenario de una nueva edición de la Feria de la Patata de Valdegovía. Para ello, se ha configurado un intenso programa en el que no faltarán los expositores de los artesanos, la venta de patatas de la zona, las degustaciones y hasta un festival de pelota mano a parejas.

La fiesta en sí comenzará a las 10.00 horas con la apertura de los puestos de la Feria de Artesanía y del Mercado Comarcal de Productores de Añana, una muestra que estará formada por 40 puestos provenientes del País Vasco y comunidades vecinas como La Rioja, Navarra, Cantabria, Castilla y León y Asturias. Allí estarán productores locales de frutas, quesos, verduras y carnes. También a esa hora, los agricultores iniciarán la venta directa de alrededor de 20.000 kilogramos de la variedad kennebec, de gran calidad. También tendrá lugar la apertura del stand de Neiker-Tecnalia en el que esta tecnológica presentará sus proyectos sobre este tubérculo en lo referente a la evaluación agronómica de variedades, la creación de nuevas variedades, la selección y la multiplicación de los tubérculos.

Sobre las 11.30 horas se pondrán en funcionamiento los juegos y talleres infantiles en la plaza mientras que en el mismo lugar se procederá a una exhibición de danzas vascas con el grupo Eguzkilore Dantza Taldea. Tras ellos, cobrarán protagonismo los paseos con la fanfarre Gesaltza. Al mediodía, los aficionados podrán disfrutar del festival de pelota mano con un primer partido de parejas alavesas seguido de un segundo partido estelar entre Arturo Arbizu e Iñigo Pascual contra Aritz Lasa y Mikel Goñi.

Mientras todo eso acontece en la plaza y las calles de Espejo, la Federación de Sociedades Gastronómicas de Álava, Boilur, irá preparando una degustación gastronómica, en la que el protagonismo correrá a cargo de la patata de Álava. El resultado del ágape se repartirá a partir de las 13.00 horas. Antes del cierre de la feria, previsto para las 15.00 horas, se procederá al homenaje a un personaje popular de la zona y a la entrega de trofeos y a la demostración de la trilla tradicional con una trilladora Ajuria 0.

Tras los graves problemas que sufrieron los productores de patatas hace dos temporadas, las aguas parecen más serenas en la actual, al menos según lo ve César de la Fuente, responsable del sector en la Unión Agroganadera de Álava (UAGA). “La campaña ha comenzado bien este año y al menos no se ha tenido que vender las patatas por debajo de su coste de producción”.

precios dignos Aunque no se han fijado precios y hay diferencias por zonas, las patatas se están pagando a los productores a unos 30 céntimos el kilo, con alguna operación de 35 y 36 céntimos. Esas cifras, al menos, salvan las rentas de los productores, pero no dan pie para que acudan a este cultivo más agricultores. Eso para las patatas que no van a la industria, un sector en el que se siguen barajando precios muy bajos, que están dejando de ser interesantes para los productores alaveses. Y es que de ser un cultivo importante como complemento a las economías domésticas en el medio rural, la patata, a pesar de las importantes ayudas informativas, formativas y tecnológicas que facilita el Gobierno Vasco a través Neiker, se atisba como un producto que cae en producción debido a que un mercado habitual de exportación, como es Europa, está aumentando su producción y bajando la demanda. Y eso que la entrada de patatas de Francia y países del este europeo ha frenado algo su intensidad.

Según explica De la Fuente, hace 20 años había en Álava unas 40.000 hectáreas dedicadas a las patatas. “Era cuando se decía que Álava era patatera”. Sin embargo, ahora, tan sólo se dedican unas 1.100 hectáreas y de ellas hay que restar unas 300 destinadas a patata de siembra. Eso sí, la fértil tierra alavesa da los frutos con generosidad, porque de cada hectárea se puede extraer unos 40.000 kilos.

En cuanto a la patata con Eusko Label, se estima que hay amparadas entre 9 y 10 millones de kilos de patatas. Su integración en el Label “es algo que da un mayor valor a la patata y que beneficia su comercialización, ya que los consumidores lo tienen en cuenta”, explica De la Fuente. Sin embargo, el resto de las patatas que se producen tienen su final en los llamados cargueros, los camiones que llegan procedentes, principalmente, de Bizkaia y Gipuzkoa, que cargan en los almacenes y las llevan a esos mercados.