Llega un momento en el que las personas solidarias también necesitan una mano para seguir adelante con su labor altruista. Es el caso del grupo de ayuda y acogida Laguntza de Amurrio que, tras doce años al pie del cañón, se ha decidido a hacer un llamamiento a personas que quieran sumarse a las labores de voluntariado que llevan a cabo en el local del número 2 de la calle Intxaurdio.
En concreto, este equipo, integrado prácticamente por mujeres que, en su mayoría, han superado la barrera del medio siglo de edad- necesita más personas voluntarias que les echen un cable en las labores propias de su ropero social. Un servicio consistente en la recepción de ropa usada, que ellas se encargan de acondicionar (lavar, coser y planchar) para posteriormente poner a la venta, a precios simbólicos, en el citado local los martes, en horario de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 20.00 horas.
El montante económico resultante de la venta del servicio de ropero se destina exclusivamente a la compra de alimentos básicos complementarios a los que se reparten procedentes del Banco de Alimentos de Vitoria-Gasteiz. Una labor de la que, en Amurrio, también se ocupan las personas voluntarias de Laguntza y que, a tenor de las cifras, no es cuestión baladí.
De hecho, durante el año 2015, esta asociación repartió 143 toneladas de alimentos entre 118 familias necesitadas del pueblo. Algo que implicó prestar atención a nivel de alimentación básica a un total de 368 personas. De éstas, un 50,85% fueron de origen árabe, un 6,78% latinos, y un 0,85% procedentes de países de la comunidad europea; pero también hubo un 27,12% de autóctonas, y un 14,41% de nacionalidad española, poniendo sobre la mesa las aún persistentes secuelas de la crisis. Además, cabe destacar que del total de alimentos repartidos, 19 toneladas fueron compradas por la propia asociación amurrioarra con la recaudación procedente de su servicio de ropero, que ascendió a la nada desdeñable cifra de 17.000 euros. La labor solidaria que realizan para atender la demanda de personas necesitadas ya fue reconocida por su municipio hace cuatro años cuando las nombraron amurrioarras del año 2012.