amurrio - Las siete hectáreas de viñedos que rodean la txakolinería Beldui de Llodio, en las alturas del barrio de Gardea, están desde el miércoles imbuidas en una auténtica contrarreloj que supone cada año poner a salvo de las inclemencias meteorológicas las uvas con las que, posteriormente en bodega, elaborarán su caldo. “Creo que somos los primeros en dar el pistoletazo de salida a la vendimia, pero es que no hemos querido arriesgarnos a esperar a que engorde más el grano, porque las catas realizadas ya nos indicaban que teníamos el grado más alto de la Denominación de Origen Arabako Txakolina”, apunta su propietaria, Rosa Segurola.

Y es que con las medias de azúcar en este sector no se juega, y cuando la variedad hondarribi zuri se sitúa en 8,5 grados y la hondarribi zuri zerratie lo hace en torno a 7 grados, salta la alarma que indica que es hora de recolectar. A los de Llodio aún les quedan por delante tres largas semanas de vendimia, “porque lo recogemos todo a mano”, señala. Con todo, el resto de bodegas del Valle de Ayala (un total de siete) se sumarán en breve.

“Nosotros vamos a empezar hoy a meter a prensa las uvas que vayan llegando de 30 hectáreas de viñedo de productores de toda la comarca a los que cada año compramos materia prima. Pero con la vendimia de nuestras diez hectáreas no comenzaremos hasta el lunes, con la intención de concluir el día 15. Después, seguiremos recepcionando grano de las citadas parcelas externas hasta cubrir nuestra producción”, matiza Jon Zubeldia, de la bodega Astobiza, de Okondo.

En la otra punta del valle, concretamente en la bodega Artomaña, en Amurrio, uno de sus gestores, Josu Ortuzar, también fija para hoy el inicio de una vendimia que, en su caso, se extenderá “dos semanas, siempre y cuando nos respete el clima, que con ése nunca se sabe”, incide. Los equipos de trabajo tienen por delante 20 hectáreas de vid, aunque para elaborar los 200.000 litros de txakoli que etiquetan cada año (una de las mayores bodegas de Arabako Txakolina) también adquieren uva de otras fincas de la zona, “cuyo proceso vegetativo llevamos vigilando desde antes de primavera, y siempre que veamos que su calidad es como la que exigimos a las nuestras”, matiza Ortuzar.

Así las cosas, no será hasta finales de este mes cuando se pueda saber si las previsiones de la Denominación de Origen, en cuanto a producción, han dado en el clavo. En concreto, éstas hablan de “en torno a 600.000 kilogramos de uva de buena calidad”, según su gerente, Joxean Merino. La cifra implicaría un descenso del 6,39% (41.000 kilos) respecto a la cosecha récord de 2015.

El motivo hay que buscarlo en la importante sequía que han sufrido los campos en julio y todo agosto, “lo que ha llevado a un importante estrés híbrido con grandes golpes de calor, y esa falta de agua ha supuesto que algunas fincas tengan una situación difícil en las que la producción se va a resentir seriamente”, lamenta Merino.

No obstante, las lluvias habidas durante la semana del 12 de septiembre supusieron “una bendición” para todas las fincas de esta Denominación de Origen, ya que se llegaron a recoger hasta 40 litros por metro cuadrado. Así las cosas, se observa un buen estado sanitario de los racimos que augura una buena calidad. La incógnita de la cantidad se despejará en pocos días.

Dique de Zaia En otro orden de cosas, y sin salir del sector primario del territorio histórico, la Unión Agroganadera de Álava (UAGA) reiteró ayer su rechazo al dique del Zaia para la construcción de un nuevo polígono industrial. Según su criterio, trasladado a los medios a través de una nota de prensa, durante los últimos días se han sucedido diversas comparecencias públicas para justificar la construcción de un dique sobre el río. En ese sentido, la central, en apoyo a los pueblos afectados, reitera su rechazo a la construcción de esa infraestructura. Según el sindicato, se trata de terrenos que ya son propiedad de Sprilur, “por lo que la defensa del aeropuerto parece que no es sino la herramienta que se pretende usar para dar cobertura legal al proyecto de creación de un nuevo polígono industrial en el entorno del aeródromo. No debe olvidarse que a pesar de los graves episodios de inundaciones vividos en la zona, la operativa del aeropuerto no se ha visto afectada hasta la fecha, ya que para ello se rellenaron los terrenos ocupados por dichas instalaciones y se modificó el trazado del Zaia”.

Ahondando en el mismo discurso, la central explica que en 2001 se creó la sociedad VIAP para promover un polígono industrial en las proximidades del aeropuerto, que encontraba respaldo en la publicación del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) de Vitoria de 2003 y en la aprobación definitiva del PTP (Plan Territorial Parcial) del Área Funcional de Álava Central, de 2005. “Fue la época de oro del ladrillo, en el que todo se supeditaba a desarrollos urbanísticos que ahora, en las revisiones tanto del PGOU de Vitoria como de las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) se están calificando como insostenibles. Tampoco se conoce ninguna propuesta concreta que pudiera justificar una actuación de este tipo por la embergadura del proyecto y su contribución económica y de empleo a la sociedad. No parece lógico, por tanto, que se condicione la ordenación territorial por el hecho de que una promotora (aunque esté orientada al servicio público) disponga de unos terrenos”.

Dadas las circunstancias, la UAGA recuerda que ha presentado en los periodos de información pública alegaciones sobre esta propuesta y recurso de alzada en su contra, por entender que se trata de un proyecto que no se justifica en la coyuntura actual, “ya que supondría la pérdida irreversible de una importante superficie de tierra fértil”.

Extensión. Arabako Txakolina tiene poco más de 100 hectáreas de viñedos plantadas en Llodio, Amurrio, Ayala, Artziniega y Okondo. Es a día de hoy la Denominación de Origen en extensión más pequeña del Estado, y la más joven de Euskadi, ya que fue reconocida como tal en 2001.

Viñas jóvenes. Algunas de sus plantaciones son muy jóvenes e irán entrando en plena producción en los próximos años. La previsión del Consejo Regulador es que cuando se alcance la plenitud, Arabako Txakolina, con hasta el momento ocho bodegas adscritas, producirá 1.000.000 de botellas anuales, y se quedará ahí, ya que de momento, los viticultores han descartado solicitar nuevos permisos a la Diputación para aumentar la superficie de plantación.

Inicio. La primera bodega en comenzar la vendimia ha sido Beldui, en Llodio. En los próximos días la recolecta se generalizará en toda la extensión de la Denominación de Origen.

La propietaria de la bodega Beldui anunciaba las intenciones de su empresa. La recolección (a mano) se extenderá durante tres semanas.

Un hombre vendimia en los viñedos de Beldui en la localidad de Llodio.