Llodio - Tras seis días de descanso, sólo interrumpidos por los certámenes gastronómicos consagrados a las delicias elaboradas con conejo y tortilla de patata, que organizó Rakatapla en la Avenida Zumalakarregi el pasado sábado, San Roque volvió ayer a la carga en Llodio con el conocido como Día de ajos. Una especie de mezcla de los festejos de antaño, ideada por la cuadrilla Untzueta en 1997, en la que mozos y mozas van repartiendo una refrescante garrafa y pastas, que transportan en un carro tirado por un burro. Todo ello se hace en recuerdo a Felipe Zaballa, “que hasta los años 60 fue el barrendero del municipio y que el último día de fiestas iba recogiendo la basura, acompañado de juerguistas consumados”, apuntan.
Otro acto simbólico de la jornada vivida ayer es la cuerda. Se trata de una cadeneta humana que, desde la residencia de ancianos y, tras la consiguiente visita a los aitites y amamas, va recorriendo toda la Avenida Zumalakarregi a ritmo de txistu y trikitixas. Un acto que también es una especie de homenaje a las personas que, antiguamente, estaban al servicio de las grandes casas como la del Marqués de Urkijo del parque Lamuza, y que en fiestas sólo tenían unas horas de asueto que aprovechaban para bailar, ya que el resto de días se dice que no tenían tiempo ni para ver el último toro, indican desde Untzueta.
Todo este jolgorio, y bajo un calor de justicia, desembocó en la Herriko Plaza, en torno a las 14.00 horas, con un aurresku. Después, todos los presentes se dirigieron al parque Lamuza a participar en la comida de hermandad , para luego seguir en el recinto de txosnas de la plaza Aldai con una romería con el grupo Patxi Pérez. A la jornada tampoco le faltaron parques infantiles: en la franja matinal, los convocados por la coordinadora de txosnas, que seguirán hasta el sábado en Lamuza.
También hubo torneos de ajedrez, voleibol y hockey; paseo de gigantes y cabezudos, kantukada, teatros de calle con Yarleku y Philo&Jole, cena musicada con Aiaraldea Sound System, conciertos con The Song, el grupo de habaneras Rondalla al sejo, o Canteca de Macao, y la bajada de gabarras por el río Nervión. Con todo, la cita más curiosa fue el duelo gastronómico que llevó a cabo la Cofradía de la Sopa de Ajo en el entorno del bar Tolo de la plaza Aldai. En él, dos conocidos cocineros locales, Alfredo Mateo y el actual campeón del mundo, Jon Solaun, se enfrentaron elaborando sendas cazuelas de este tradicional plato. “Es un duelo limpio, cuya particularidad radica en que para realizar estas sopas se utiliza un pan especial que se denomina sopako y que se fabrica en la panadería local Nervión, cuyo propietario, el señor Mimenza, siempre nos lo dona”, explicaron los cocinillas, que convidaron al público a una degustación gratuita del manjar.
El relevo lo tomarán hoy las cuadrillas que, como manda la tradición, celebrarán su día grande en torno a una gran alubiada en la plaza Aldai. Habrá parques infantiles, zaldi probak, deporte rural extremo, y teatro de calle Globe Story, con El perro azul. Y un sinfín de actos musicales que tendrán como protagonistas a Esne Potak en Zubiko Malekoia, los boleros del Trío Veracruz y romería con Lotxo en la Herriko Plaza, diskofesta infantil-juvenil en la plaza Alberto Acero, o las formaciones Guda Dantza, Tremenda Jauria, e Izerdi Gorria, en las txosnas de la plaza Aldai.