vitoria - Por segundo año, Ane se pasa las fiestas currando a tope tras la suculenta barra de La Unión. Este año ha venido para echar una mano y sacarse un sueldillo porque le ha salido algo de lo suyo, así que en septiembre cambiará el barullo del bar por el de las aulas de la Presen. Mientras, disfruta de la fiesta, pero también del trabajo. Hay tiempo para todo.
25 años. Joven para trabajar en fiestas, ¿no?
-Bueeno. Es lo que toca. Este año ya mejor, más rodada y tranquila porque el pasado no sabía lo que me iba a encontrar. Mejor, mejor.
¿Y cómo se prepara una cuando ya sabe lo que se va a encontrar?
-La verdad que no me he preparado mucho. De hecho, el año pasado ni salí en fiestas ni nada, estuve súper formal y éste, todo lo contrario.
Colgar el uniforme y a disfrutar.
-Sí, nada especial, pero me gusta bailar, estar con amigos... El mejor día, el del txupinazo.
Uno de los más duros en el bar.
-Muy duro. El 4 y el 5 son durísimos, hay muchísima gente. El otro día comentaba un compañero que no se acordaba de un poteo tan fuerte como el de este año del día 5. Exagerado.
Momento caos de “tierra trágame”.
-Fue... Había tal cantidad de gente que a la hora del vermú nos reíamos por no llorar. No dábamos abasto.
Lleno de clientes que en fiestas beben, comen o ambas cosas.
-Beben y comen, sin duda, para reponer fuerzas. Blusas, familias... Todos a la vez, sobre todo a la hora del café.
Y ya se portan bien los blusas....
-Sí, aquí sí. Y dan mucho ambiente.
Se ligará más detrás de la barra.
-Bffff. Vaya, no.
Ligar no, pero dolor de pies...
-De pies, gemelos, rodillas... Aun así, prefiero servir en la barra que en la terraza porque andas muchísimo y acabas con las muñecas destrozadas.
Duro trabajar en fiestas.
-Lo más fácil son los zuritos y vinos; los cafés son una locura, piden todos a la vez y sólo hay una persona en la cafetera, el pobre tiene que retener veinte cafés a la vez. Es lo peor.
Eso, y los clientes impertinentes...
En general, la gente es amable, pero sí, a veces entra algún desagradable, que tiene mucha prisa y no entiende que el bar está lleno y hay que esperar un poquito. Estás de fiesta, pues ten un poco más de paciencia, ¿no?
Ya. Y los de la poca paciencia son los de 30, 40, 50...
Normalmente, de 55 para adelante. Muchas veces lo que te molesta son las formas; entiendo que si llevas mucho rato de espera te agobies, pero que te hablen mal, pues no gusta.
Aun así, hay risas.
-Sí, tenemos muy buen ambiente, lo pasamos bien dentro del bar y, pese a estar cansados y estresados, hay buen rollo, reímos. El otro día, por ejemplo, estábamos reventadas todas, prácticamente solas en el bar, así que pusimos la música a tope y nos vinimos arriba (risas). La gente miraba de la calle cómo bailábamos.
Entonces, alguna gaupasa ya ha caído...
-Gaupasas como tal no, alguna horilla ya he dormido... Dos, tres, cinco al día, más o menos. La mayor liada fue la del domingo por la noche.
Ya queda menos para la cura de sueño...
-Sí, en la playa. - DNA / Foto: J.R.G.