ondategi - Ondategi renovó ayer, en una impresionante fiesta en el transcurso de la XXI Exhibición del Caballo de Monte de las Estribaciones de Gorbea, que había organizado el Ayuntamiento de Zigoitia con la colaboración de varias entidades, entre ellas DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, su voluntad de seguir impulsando la cría del caballo de monte y la cultura que rodea esa actividad. Desde primeras horas de la mañana la explanada que preside el gigantesco roble de Sarragoa se fue llenando de animación. Primero con la llegada de los animales, una amplia representación de ovejas lachas y de otras razas, cabras, ganado vacuno y una amplísima muestra de caballos, que quedaron instalados en los corrales portátiles previstos a la sombra y cada uno de ellos con una breve reseña con el nombre del propietario y la localidad de procedencia Y, en segundo lugar, con una amplia muestra de artesanos de la zona y de otras localidades, junto a otros espacios donde hubo juegos infantiles tradicionales, danzas y deportes vascos y, en una gran explanada vecina, un lugar para las exhibiciones de caballos y el juego del horseball. Para hacer cómoda la visita, la localidad cerró sus calles al paso de vehículos, habilitando a la entrada de Ondategi amplios aparcamientos con acceso directo a la explanada. Los propios vecinos regularon estos aparcamientos para que, por un día, el pueblo fuera peatonal.

El espacio ferial recibía a los visitantes con los corrales del ganado ovino y caprino, un lugar en el que se paraban los más pequeños para jugar con las ovejas y cabras, algunas de las cuales arremetían contra quien trataba de tocarles la cornamenta entre las risas de los asistentes. Más abajo, los ganaderos charlaban con la gente que se paraba a mirar los caballos y sobre todo a sacarles fotos de los curiosos gestos que ponían o de los intentos para tratar de salir de los corrales, ya que son animales que habitualmente están libres en el monte.

En ese lugar hubo corrillos toda la mañana, ya que junto a los caballos o las vacas estaban los ganaderos, identificados por las largas varas que llevaban. Como no podía ser menos, al margen de la espectacularidad de los animales, el comentario más común era la curiosidad por saber si la carne de caballo tenía o no mercado, los precios y la reticencia de algunas personas para consumir este tipo de carne. Entre las personas que se encontraban allí estaba Miguel Mimensa, presidente de la Junta Administrativa de Ondategi, ganadero e impulsor de esta feria desde sus inicios. Mimensa comentaba que en Álava hay dos variedades de caballo, el potoka y el caballo de monte, “que está protegido por Bruselas y subvencionada para que salga de la lista de animales en riesgo de extinción”. Aunque en algunos lugares fueron animales para trabajar en el campo, en la zona del Gorbea se destinaban a carne”, ya que “es una carne muy rica en hierro, siempre tierna y muy digestiva”. El origen de esta variedad procede de la evolución del potoka o por cruces con caballos navarros de raza Burguete o de otras que han ido importando de Europa, de aptitud más cárnica, de mayor peso. Su denominación de monte está muy clara porque “pasa la mayor parte de su vida en el monte. Desde el 1 de abril hasta el 1 de enero están en Gorbea, y en octubre se les quitan los potros, pero las madres siguen en el monte”.