gasteiz - Cuando hace sólo unos pocos años una mujer era diagnosticada de cáncer de mama, contaba con muchas probabilidades de quedarse en el camino. Se trata del tumor maligno más frecuente entre las féminas, responsable de 25.000 nuevos diagnósticos al año en el Estado, y representa casi el 30% de todos los cánceres que afectan a este sexo. Cabe recordar, no obstante, que también puede darse entre los hombres, aunque en mucha menor medida. Según los datos en poder de la Asociación española contra el Cáncer (AECC), una de cada ocho mujeres sufrirá cáncer de mama a lo largo de su vida. Sin embargo, los avances científicos y la detección precoz han hecho posible que su curación sea cada vez más frecuente.

Este domingo las calles de Gasteiz volverán a teñirse de rosa por noveno año consecutivo en el marco de la Carrera de la Mujer, una forma de visibilizar la importancia de la prevención en el diagnóstico de la enfermedad y los múltiples beneficios que tiene la práctica de los deportes aeróbicos para la salud. También, por descontado, de lanzar un mensaje de apoyo a todas las mujeres que en la actualidad están superando el trance y realizar un sentido homenaje a quienes no pudieron hacerlo. No obstante, hay vida después del cáncer de mama, como también ha puesto de manifiesto estos últimos días la madrina de la carrera, la joven jugadora del Araski Sara Ortega, que logró salir adelante tras serle detectado un linfoma en el cuello hace ahora justo un año.

Según los datos en poder del Departamento vasco de Salud, alrededor de 1.400 vascas son diagnosticada cada año de cáncer de mama, 200 de ellas en Álava. Cifras que sin duda asustan pero que ni de lejos se acercan a las de mortalidad asociada a esta patología, gracias principalmente al programa de detección precoz puesto en marcha hace ya 20 años por Osakidetza. Los últimos registros hechos públicos por Salud hablan de que en todo este tiempo se han realizado más de 1,6 millones de mamografías entre la población vasca que han logrado detectar 7.369 cánceres de mama, la mayoría en estadios muy precoces.

La incidencia de esta enfermedad no dejó de crecer hasta 2011, según reflejan los registros históricos. Sin embargo, y a pesar de su frecuencia, los avances en el diagnóstico y el tratamiento lo han convertido, hoy día, en uno de los cánceres que “ha experimentado un mayor aumento en el pronóstico de la supervivencia”, según aseguró recientemente María Jesús Mitxelena, especialista del Onkologikoa de Donostia, quien ofreció una fotografía que invita al optimismo. Cabe destacar que la supervivencia pasados los cinco años del diagnóstico supera el 80%, considerando todos los estadios en su conjunto, mientras que las posibilidades de sobrevivir se acercan al 90% y a veces al 100% en sus fases más iniciales. Un mensaje alto y claro a las mujeres de entre 50 y 69 años, la población diana establecida por Osakidetza, sobre la necesidad de aceptar su invitación y realizarse una mamografía cada dos años. Cuando cursan antecedentes familiares, la horquilla se amplía por debajo hasta los 40 años.

la más eficaz La AECC recuerda que la mamografía permite detectar lesiones en la mama hasta dos años antes de que sean palpables y cuando todavía no han invadido en profundidad ni se han diseminado a los ganglios ni a otros órganos. La ventaja es que cuando el tumor se detecta en estas etapas precoces es posible aplicar tratamientos menos agresivos, que dejan menos secuelas físicas y psicológicas en la mujer.

Otro método complementario a la mamografía es la exploración física, realizada periódicamente por el médico o por la propia mujer, pero cabe recalcar que este método es poco eficaz y no permite diagnosticar tumores pequeños, que sí serían diagnosticados con la prueba radiológica. En cifras, se estima que la mamografía permite detectar el 90% de los tumores, mientras que el examen físico menos de un 50%.

La mayoría de los casos se diagnostican entre los 35 y los 80 años, con un máximo entre los 45 y los 65. No obstante, no existe un sistema estatal de registro de tumores para conocer las cifras exactas.

diagnósticos nuevos. Se realizan aproximadamente todos los años en el territorio alavés, de los 1.400 del conjunto de la CAV.

del total de cánceres. El de mama es, de largo, el tumor más común entre las mujeres.

curación. Gracias a la detección precoz, la supervivencia alcanza esta tasa a los cinco años del diagnóstico.

millones de mamografías. Se han realizado en Osakidetza desde que se puso en marcha hace 20 años el programa de detección precoz.