Un grupo de alumnos de Assa Ikastola, de Lapuebla de Labarca, está participando durante los tres últimos días en una experiencia que parte de una reflexión muy concreta que alaba la necesidad de cocinar y de comer en convivencia, fundamentalmente en familia, como aspecto primordial de la calidad de vida.
Basque Culinary Center, de la mano de Ikastolen Elkartea y con el patrocinio de Eroski, ha puesto en marcha un proyecto denominado Sukaldatu/A cocinar, que busca promover la cocina en familia como fórmula para promover una alimentación saludable en el seno de ésta, al considerar que cocinar y comer juntos es un elemento fundamental de la familia y la educación familiar.
La iniciativa, en la que se ha volcado Assa Ikastola tiene como objetivo poner en valor el papel de la cocina en diferentes ámbitos, por su impacto en ellos, como son la salud, los vínculos familiares, la cultura social y la riqueza local a través de productos locales. Así, en el ámbito de la salud, se busca introducir pautas de salud en la cocina a la hora de planificar los menús y dotarlos de productos frescos, y dedicarle tiempo a la cocina. Y es que no se puede desligar del acto de comer, del previo que es cocinar, y el de cocinar con comer en grupo, principalmente en familia. Así mismo, comer, cocinando previamente, se convierte en una de las claves de la cohesión familiar y de la cultura social de un país.
Esos con los conceptos con los que han estado trabajando en los últimos tres días un grupo de 60 estudiantes, alumnos de quinto y sexto de Primaria y de primero de la ESO. “Los alumnos hacen un menú basado en los productos de temporada y toman parte en todo el proceso de creación, desde diseñarlo, hacer la compra, asistir a la charla, donde los cocineros explican las cualidades nutritivas de lo que van a cocinar, lo cocinan, lo comen todos juntos y luego tienen que recoger y limpiar”, como explicaba uno de los profesores, Rober Okariz.