Vitoria - Al mismo tiempo que avanza con paso firme hacia su reapertura hasta 2031, la central de Garoña mantiene un segundo frente abierto, un as bajo la manga en forma de almacén temporal de residuos nucleares que permitiría a la planta albergar hasta 32 contenedores de desechos radiactivos en sus instalaciones, previa autorización del Gobierno central y con las pertinentes obras de adecuación. El primer requisito se cumplió hace ocho meses. El segundo dio el último paso la semana pasada, cuando el Ayuntamiento del Valle de Tobalina, el municipio en el que está ubicada la central, aprobó la concesión de la licencia de obras para la puesta en marcha del almacén temporal, con un presupuesto de doce millones de euros y la previsión de recibir en su fase inicial los primeros cinco contenedores de residuos nucleares.

La luz verde al permiso para la creación del silo nuclear de Garoña ha enervado definitivamente a la Diputación Foral de Álava, que el pasado mes de noviembre decidió enviar sendas cartas a los ministerios de Industria y Medio Ambiente para trasladarles su enfado, después de que el segundo decidiera poner su sello de aprobación a la declaración de impacto ambiental, obligatoria para levantar el cementerio de residuos. Posteriormente, en marzo, la institución foral decidió personarse en el proceso de tramitación del informe, pero el Gobierno no permitió que la Diputación participara en él, pese a ser Álava parte afectada por cercanía, afección, conservación medioambiental y estar incluida en el Plan Director de Protección Civil de la central.

Ahora, pasados los meses sin haber recibido respuesta alguna a sus requerimientos, y según confirmaron fuentes del ejecutivo foral, la Diputación asume que el informe medioambiental ha llegado al final del proceso de tramitación y el visto bueno ha permitido, por tanto, que el Consistorio del municipio al que pertenece Garoña conceda a Nuclenor, propietaria de la planta y participada al 50% por Iberdrola y Endesa, un polémico permiso de obras que no podría haber certificado sin el citado informe medioambiental favorable.

Ramiro González “El Gobierno en funciones sigue dando pasos para reabrir Garoña pese a la posición contraria no ya sólo de Álava, sino también de la mayoría del Congreso de los Diputados, y continúa sin tener en cuenta la posición clara y rotunda de las instituciones alavesas”, señaló ayer a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el diputado general, Ramiro González, que incidió en el hecho de que el ejecutivo de Mariano Rajoy “ni siquiera ha dado la oportunidad a la Diputación de presentar sus alegaciones en el expediente sobre el almacén de residuos, cuando está claro que este territorio se vería seriamente afectado en el caso de que se produjese su instalación”.

De acabar levantando el almacén de desechos radiactivos en las instalaciones de la planta burgalesa, ubicada a cuarenta kilómetros de Vitoria, el silo se levantaría en un punto en el que sus aguas subterráneas están conectadas de forma directa con el embalse subterráneo de la Llanada Alavesa, como recordaba el diputado foral de Medio Ambiente, Josean Galera, en una entrevista a este periódico.

La paralización del eterno proyecto de construcción del almacén temporal centralizado de Villar de Cañas, en Cuenca, congelado sine die a la espera de los permisos necesarios, allanaría la construcción del silo temporal de Garoña, aunque oficialmente los contenedores de residuos -que actualmente se conservan en agua pero pasarán a albergarse en seco- tendrían un periodo de permanencia en sus instalaciones inferior a los diez años hasta su posterior traslado almacén temporal centralizado.

Almacén temporal. El Ayuntamiento del Valle de Tobalina, municipio burgalés al que pertenece Garoña, concedió la semana pasada la licencia de obras para la construcción del almacén temporal de residuos nucleares de Garoña, que tendría un presupuesto de doce millones de euros para albergar en su fase inicial cinco contenedores de residuos a la espera de los más de treinta previstos.

El diputado general, Ramiro González, denuncia el ninguneo al que el ejecutivo de Mariano Rajoy, en funciones, ha sometido al territorio alavés en el proceso de autorización del silo de residuos radiactivos de Garoña “cuando está claro que Álava se vería seriamente afectado en el caso de que se produjese su instalación”.

32

El almacén temporal individualizado de residuos nucleares que Garoña quiere construir en sus instalaciones tendrá cabida para un total de 32 contenedores, que albergarían los residuos radiactivos en seco en lugar de en agua como hasta ahora. La licencia de obras establece inicialmente un permiso para cinco contenedores.