Un cuadro valorado en 2.000 libras esterlinas, al cambio unos 2.500 euros, colgando de la pared de un bar. Seguramente muchos desconocían su precio, pero a alguno de los clientes del Bar Toba, uno de los clásicos de la calle Gorbea de Vitoria, no se le escapó su excepcionalidad. En realidad no se trataba de ninguna pintura atribuible a algún artista destacado, sino de una colección de tarjetas con autógrafos vinculados a la celebración de la Copa del Mundo de Rugby que tuvo lugar en 2015 en Inglaterra y Gales. La última competición de estas características disputada hasta la fecha y en la que Nueva Zelanda se proclamó vencedora. El caso es que el cuadro, una edición limitada de la cual sólo existen cien copias en todo el mundo, desapareció sin más. Simplemente alguien lo descolgó y se lo llevó mientras el bar estaba abierto al publico, el sábado por la tarde. Aunque el local estaba lleno de gente, nadie vio nada. Dado la ubicación de la obra, muy cerca de la puerta, las cámaras de seguridad no registraron el momento del robo. Ni siquiera el tamaño, bastante voluminoso, o el peso del cuadro, cercano a los 20 kilos, representaron obstáculo alguno para el ladrón o grupo de ladrones. “¿Quién iba a pensar que se iban a llevar el cuadro mientras el bar estaba abierto?”, se lamenta Sergio, dueño del establecimiento. “Pensaba que tal vez podía llegar a ocurrir algo, un atraco, con el local cerrado, pero no me imaginaba esto”, añade.

La Policía Municipal de Vitoria ha tramitado la denuncia presentada por los responsables del bar e iniciado la correspondiente investigación con el fin de localizar el preciado objeto de coleccionismo, aunque Sergio explica que no le han dado muchas esperanzas de recuperarlo. “Ojalá haya sido un momento de debilidad y lo devuelvan”, explica.

Los encargados del establecimiento repararon en el hueco vacío de la pared el domingo por la tarde, “aunque lo tuvieron que robar el sábado por la tarde, entre las ocho y la una y media de la mañana”. En cuanto al perfil de la persona que puede conocer el valor del objeto, Sergio asegura que puede corresponderse con “cualquiera al que le guste mucho el rugby”.

edición limitada Con fondo de ante negro y detalles dorados, el cuadro muestra el número 33 y un holograma que atestigua su pertenencia a una exclusiva edición limitada de tan solo 100 unidades. En el área central aparece la fotografía de la Copa del Mundo de Rugby, la leyenda Rugby World Cup 2015 y en los lados se aprecian los autógrafos de los veinte capitanes de las selecciones que tomaron parte en el torneo junto a una colección de emblemas exclusivos. Tal y como puede leerse en Internet, los expertos lo catalogan como un must a atesorar por parte de aquellos aficionados que deseen contar con una de las piezas definitivas del coleccionismo ligada al histórico torneo en el que el rugby regresó a su hogar.

“Como todos nuestros clientes saben, nos gusta mucho el rugby y quería mostrar en el bar algunos objetos de memorabilia de calidad. Por eso estaba expuesto junto a una camiseta de Australia y a otra con las firmas de los campeones de Nueva Zelanda de 2011. Es una pena, porque objetos de este valor no se pueden comprar todos los días. Había ahorrado el dinero y me decidí a comprar el cuadro para colocarlo en el muro dedicado al rugby. De todo lo que había en ese muro, es lo que más me gustaba”, reconoce Sergio.

A pesar de su elevado valor, el cuadro no contaba con sujeciones especiales ni estaba fijamente anclado a la pared. “Simplemente estaba expuesto. Pesa entre 15 y 20 kilos, y mide 60 centímetros de alto por 80 de ancho. ¿Cómo iba a pensar que alguien lo iba a descolgar y se lo iba a llevar?”, se pregunta Sergio. Las cámaras de seguridad que vigilan el interior del establecimiento tampoco recogen la actividad que se produce en este punto específico, ya que está muy cerca de la entrada.

Los agentes de la Guardia Urbana que se ocupan de la investigación le han indicado a Sergio “básicamente que la cosa está complicada y que tenga mucha fe”. “La verdad es que ya me lo imaginaba. Soy muy consciente de que sí lo recupero va a ser un auténtico milagro”, concluye.