vitoria - ¿Qué sensaciones le dejan las dos reuniones informativas del lunes?
-La gente se quedó sorprendida de lo bien que se hizo la presentación, supieron coger el concepto, y aunque nos tocó aclarar alguna cosilla, en general por nuestra parte el objetivo se ha conseguido. Ese objetivo es que tengan confianza, que sepan que quien manda en este asunto son ellos, y que nosotros sólo nos ocupamos de que nos ayuden las instituciones.
Sí que da la sensación de que hay recelos, pero es algo lógico cuando a alguien le piden casi 10.000 euros...
-Por eso es importante que a la gente se le informe y que solvente las dudas que tenga, si tiene una inquietud y es capaz de expresarla, porque muchos no son capaces de soltarlo allí delante de todo el mundo. Hay que ir poliki-poliki, mimando mucho a los vecinos para que vayan entendiendo las cosas y tengan capacidad para decidir libremente. Ese es un trabajo de la asociación de vecinos, que durante este tiempo se ha empeñado en que todos tengan la misma capacidad de decisión, que el que no tenga dinero no pueda verse cohartado y votar no porque no puede. Eso se ha conseguido, y yo creo que el proyecto saldrá adelante. Además, antes el promotor de la obra iba a ser una empresa privada, y también se ha conseguido que sea el propio Gobierno Vasco, a través de Visesa, quien lo haga. Si no se fían del Gobierno Vasco apaga y vámonos, no están aquí para sacar dinero, y eso les tiene que generar más confianza.
Y ahora, ¿qué?
-Estamos esperanzados, a la tarde estuvimos hablando con Marcos (Marcos Muro, director de Visesa) y con Álvaro (Iturritxa, representante del Ayuntamiento), y dijeron que ya nos avisarían para empezar a hablar del barrio. Eso es lo que falta, concretar el proyecto; después del verano empezarán las reuniones comunidad por comunidad y vecino por vecino, allí recibirán toda la información que necesiten y podrán tomar la decisión oportuna.