No se trata de un mercado al uso. Ni de lejos. Lo que vende In Love Market, una feria nacida en Madrid hace tres años, ahora por fin itinerante, es delicioso. Prendas de jóvenes diseñadores, últimas tendencias, artículos vintage y marcas de alta costura a precios que dan la risa. “Para chillar”, afirma su organizador, un tipo entusiasta a más no poder llamado Arturo Resel, mientras ultima el aterrizaje del evento en Dendaraba. Y eso no es lo mejor. Lo más importante palpita detrás del escaparate. El intento, por un lado, de ayudar a profesionales que se vieron abocados a cerrar sus tiendas por la impiedad de la crisis a sacar adelante sus montañas de stock y, por otro, de revitalizar lonjas vacías o espacios que, como el centro comercial vitoriano, han ido languideciendo, reuniendo a esa gente allí. Un cóctel brutal que, además, siempre va con guinda: la realización de una recogida solidaria de aquellos artículos que la ciudad de turno pueda necesitar. Y aquí, en Gasteiz, va a ser alimentos para el comedor de la Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados.
“Por eso se llama In Love Market. Porque es pasión. Porque le ponemos corazón. Y lo vais a ver enseguida”, puntualiza Resel. El mercado, de entrada gratuita, se inaugurará mañana y continuará hasta el domingo, de 10.30 a 20.30 horas. Tres días y 450 metros cuadrados con cuarenta expositores llegados de toda España con descuentos de hasta el 80%. “Confiamos mucho en la respuesta de Vitoria”. Lo dice porque desde que la aventura comenzó en 2013 en Madrid ha sido un éxito. Y aunque ahora, con perspectiva, es fácil concluir que era una alternativa que iba a funcionar, fue Resel quien, tras dos décadas organizando distintas iniciativas al mando de Metrodos Eventos, supo encontrar la fórmula para convertir fracasos en oportunidades para pequeños y grandes empresarios del mundo de la moda, para la ciudadanía y para las personas más necesitadas. “Hasta Óscar de la Renta había tenido que cerrar algunos de sus establecimientos”, evoca, “y se le acumulaba ropa de temporadas pasadas sin vender”. Así que empezó a contactar con gente de todas partes, a mirar lugares infrautilizados en los que congregarlos... Y la iniciativa cobró vida.
Conforme cuenta la historia, va enseñando con entusiasmo fotografías que guarda en el teléfono móvil de todas las citas ya celebradas. La primera fue en una antigua fábrica de carruajes y funcionó tan bien que, directamente, el mercado comenzó a celebrarse de forma periódica. En cada ocasión, en un lugar distinto. “Mira, esta edición fue en La Esquina del Bernabéu”, señala, al pararse en una imagen preciosa con gente hasta los topes. “Y esta otra, en San Sebastián, en el Hotel Londres”, continúa. La estampa es de principios de año, cuando la feria viajó por primera vez fuera de su ciudad de origen, con rumbo a la capital guipuzcoana. “Los comerciantes que participan en el mercado nos propusieron que fuéramos nosotros los que nos moviéramos, no sólo ellos ir a Madrid, y así lo hicimos. Y escogimos ese destino porque algunos de ellos son vascos y porque en el edificio donde vivo hay muchísimos vascos... Sí o sí, tenía que empezar por aquí”, explica entre risas. No se equivocó. La experiencia resultó tan estupenda que decidió organizar “un triángulo del norte especial” con la llegada de la primavera. Volver a Donostia, pasar por Gasteiz y terminar el viaje en Bilbao.
Y ese momento llegó. “Estamos muy nerviosos y emocionados”, confiesa, “y también muy agradecidos a toda la gente que nos ha echado una mano para organizar la feria”. Se refiere, entre otros, al gerente y al presidente de Dendaraba, con quienes ya habla como si los conociera de toda la vida. “Yo visité este centro comercial hace siete años, en un viaje con parada en Vitoria, y al volverlo a ver a propósito de In Love Market, buscando un escenario, me quedé asombrado de cómo había languidecido. Y precisamente por eso no dudé ni un segundo en escogerlo. Podríamos haber ido a espacios más potentes, con más afluencia de gente, pero no es el objetivo. Queremos fortalecer este sitio, que los vitorianos vengan a Dendaraba y que los comerciantes que levantan aquí cada día la persiana también se vean beneficiados”, asegura.
Y luego está la causa solidaria, que es lo que más le emociona de su proyecto, por mucho que le apasione la moda. Cuando habla de las colectas en Madrid, no puede evitar emocionarse. “Lo siento”, susurra Resel con los ojos empañados, “pero es que hemos vivido cosas fuertes, existen necesidades terribles de las que sólo te das cuenta cuando sales de tu entorno más o menos acomodado...”. Los colectivos sociales con los que han trabajado en la capital de España han llegado a reclamar artículos “muy básicos para la infancia y la Tercera Edad” porque las ayudas de las instituciones no llegan para dar respuesta a necesidades fundamentales. “Aquí en Vitoria, sin embargo, esas áreas ya las cubre el Ayuntamiento. Tenéis una cobertura tremenda, de verdad, mucho mejor. Y, por eso, optamos por la recogida de alimentos. Fue lo que nos propuso el secretario en Álava de Cáritas, que es una de las organizaciones con la que trabajamos”, explica.
El destino final de todas las viandas que se recojan será el comedor social de los Desamparados, donde cientos de personas han encontrado un sustento fundamental. “También llevaremos un día a los comerciantes que participan en la feria a comer allí el menú del mediodía, para que se sientan implicados en toda la dimensión del proyecto”, cuenta Resel. Él ya ha estado con Ramón Ibeas, el secretario general de Cáritas en Álava, visitando las instalaciones y quedó convencido de la causa. “Ramón me explicó que en algunos momentos el comedor se ha visto desbordado, que hacía falta un apoyo extra, y qué menos que prestar ayuda a un recurso como éste, que cualquier persona en un momento dado puede llegar a necesitar. Lo haremos con la recogida y con la donación del 10% de nuestros beneficios”, señala, ansioso por empezar.
Y ya es cuestión de 24 horas. Mañana, tras el desayuno, In Love Market abrirá sus puertas, con el suelo enmoquetado en rojo, grandes banderolas, 18 maniquíes con diseños de creadores españoles, los cuarenta expositores, el espacio para la recogida de alimentos y un photocall para la clientela más atrevida. “En realidad esto es más que un mercado, más que un evento. Es una plataforma que quiere hacer cosas y hacerlas de manera distinta, en beneficio de todo el mundo”, subraya Resel. Y lo mejor es que en junio “volverá” .
Espacio mensual en Bilbao. Tras pasar por Vitoria, In Love Market llegará a Bilbao, donde tendrá lugar los días 23 y 24. La feria se ubicará en el Espacio Yimby, en la calle Ercilla 24, junto a la plaza Moyua. Y lo mejor es que no terminará de marcharse. Seguirá celebrándose de forma mensual hasta que la lonja alquilada, donde se ubicó primero Galerías Preciados y después El Corte Inglés, encuentre un nuevo inquilino. “Es un espaldarazo para los comerciantes y lo será para este local”, asegura Resel.