gasteiz - Un año después de que la Asociación de Concejos de Álava (ACOA) aprobara en asamblea la liberación parcial de su presidente para pasar así a cobrar un sueldo mensual por su labor, el pasado fin de semana Javier Argote trasladó a las juntas administrativas su renuncia a dicha condición, al menos hasta final de año. Según explicó ayer a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, su decisión tiene como objetivo evitar un mayor desequilibrio en la cuentas de la asociación, que para el presente curso prevén un desfase de 16.000 euros, cuando el año pasado se había producido un superávit de 13.000 euros.

Además de la retribución salarial para el presidente establecida hace un año, la pérdida de la subvención económica que ACOA ha venido recibiendo los tres últimos años por la elaboración de un estudio sobre las viviendas vacías en los concejos alaveses, que suponía una inyección de unos 20.000 euros por parte del Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco, ha sido, según apunta Argote, el motivo del descuadre de las cuentas, pues ahora la asociación “no tiene más subvención que la de la Diputación”.

Así las cosas, el máximo responsable de ACOA ha decidido no seguir percibiendo su retribución porque “hay otras cuestiones que son ahora mismo prioritarias”, aunque quiso aclarar que la asociación “no está en números negativos, porque tenemos un remanente de dinero que permitiría que pudiera seguir liberado”.

varias votaciones Con todo, “viendo los resultados económicos y cómo se presenta el año”, Argote anunció el pasado sábado en la última asamblea que renuncia a su liberación “al menos hasta final de año”. A partir de ahí, para 2017 la posibilidad de recuperar su retribución dependerá de la situación económica. “Yo en el fondo siempre he estado en contra de mi liberación, pero sí considero que en ACOA es necesario que alguien esté liberado. Si las cosas mejoran económicamente la puerta a recuperar la liberación no está cerrada”, argumenta.

De hecho, durante la asamblea se planteó la posibilidad de que, al no cuadrar los números para este curso, fueran los propios concejos los que asumieran el coste de la liberación de su presidente, algo que ni siquiera llegó a votarse al ser la renuncia de Argote una decisión firme y definitiva. De retomar la retribución, sería ya probablemente de forma total, y no parcial como hasta ahora, lo que ha supuesto un coste de cerca de 14.000 euros.

La liberación del principal cargo del colectivo que agrupa a cerca de 250 concejos del territorio era una vieja propuesta de la junta directiva de ACOA y estaba incluida en el programa con el que Argote se presentó a la reelección en marzo de 2014. Ese año alcanzó un acuerdo con el anterior ejecutivo foral, todavía con Javier de Andrés a la cabeza, en el que se comprometían a no liberar a ningún miembro de la junta para poder seguir percibiendo la subvención foral. Un acuerdo que sólo estaba supeditado a 2014.

El objetivo de dotar de un sueldo mediante liberación a alguno de los miembros de la junta despertó el rechazo de parte de los representantes de los concejos, y de hecho la petición fue rechazada por la asamblea en más de una ocasión, hasta que hace justo un año los miembros de las juntas administrativas dieron el sí a la retribución de su presidente a partir de mayo de 2015. Ahora, Javier Argote ha optado por renunciar a su liberación hasta final de año para evitar un desequilibrio mayor de las cuentas.

El presidente de la Asociación de Concejos de Álava apunta que en 2016 la agrupación ha dejado de percibir una subvención del Departamento vasco de Vivienda.