gasteiz - En este 2016 que ya ha recorrido un cuarto de su camino, Vitoria debería haber reducido en un 10% la generación de residuos por vecino con respecto a 2007, tendría que reciclar el 45% de sus basuras, la recogida selectiva de residuos orgánicos debería superar el 20%, y el 27% de estas basuras debería convertirse en compost de alta calidad. Ni de lejos se han alcanzado estos objetivos, establecidos por el propio Ayuntamiento y la Diputación en sus planes de gestión de basuras, que finalizan este año como si nunca se hubieran puesto en marcha.
La tasa de reciclaje actual en la Green Capital no llega al 25% (el 85% de la bolsa de basura es susceptible de ser recuperado de una u otra forma), el contenedor de residuos orgánicos alberga basura de todo tipo, en la recogida neumática se mezclan las diferentes fracciones, y el vertedero de Gardelegi asume el 75% de la basura que generan los ciudadanos, pese a que este tipo de macroinfraestructuras son el último recurso al que se debe apelar, según las directrices que marca Europa.
Éste es el desolador panorama que plantea el colectivo Gasteiz Zero Zabor, que reclama darle la vuelta a la situación con urgencia, entre otras cosas porque para 2020 los vitorianos, y todos los ciudadanos de la UE, deberemos reciclar el 50% de nuestra basura. La raíz del problema es el propio modelo de gestión de los residuos, explica este colectivo, un modelo basado en la extracción de recursos naturales como si éstos fueran infinitos, en su utilización y su desecho. Es un “sistema lineal” cuya consecuencia es la disminución continuada de materias primas mientras la basura y la contaminación aumentan y aumentan. Además, mover todos esos residuos cada día no contribuye precisamente a aminorar las emisiones de dióxido de carbono en Gasteiz, que han aumentado un 17% desde 2007 pese a la reducción en el uso de vehículo privado en favor de la bicicleta. Frente a este modelo, Gasteiz Zero Zabor plantea optar por un sistema circular, que empezaría por el propio ciudadano.
La separación de las basuras y una recogida selectiva correcta de las mismas permitiría su reciclaje, mediante el compostaje, la reutilización, o la producción de nuevos bienes a partir de los desechos. El círculo se cerraría de nuevo con el usuario, que a su vez puede colaborar con el sistema reutilizando en la medida de lo posible los productos que utiliza en su vida diaria. ¿Es esto una quimera? En la plataforma, ligada al movimiento internacional Zero Waste, afirman que no. En Milán, con 1,3 millones de almas, reciclan el 65% de sus basuras a día de hoy; en Liubliana (270.000 habitantes), el 60%; y en San Francisco (800.000 habitantes), el 72%. Para revertir la situación, Gasteiz Zero Zabor plantea la puesta en marcha de un plan de choque con unos objetivos concretos, cuyos mecanismos de consecución se deberían fijar a través de la participación ciudadana.
Esos objetivos serían reducir la generación de residuos urbanos a 350 kilos por habitante y año para 2020, cumplir con las tasas de la Directiva de Residuos Europea, del 50% para el 2020; establecer la recogida selectiva obligatoria de materia orgánica de manera eficaz a toda la ciudadanía, evitar la eliminación o deposición de materiales reciclables o valorizables procedentes de residuos urbanos en Gardelegi para este mismo año, adelantar el cierre del vertedero y recuperarlo paisajísticamente para 2025, y adquirir un compromiso de una transparencia real, que los nuevos sistemas a implantar reciban la conformidad de la ciudadanía.
Para lograrlo, la plataforma propone aumentar el esfuerzo en las acciones preventivas de generación de residuos, poner en marcha proyectos de compostaje doméstico y comunitario para lograr una mayor tasa de reciclaje en materia orgánica, hacer más campañas de formación y sensibilización, poner plantas de reutilización y reciclaje municipales en cada distrito de la ciudad, actualizar la ordenanza de limpieza, recogida y transporte de residuos y tomar medidas para su cumplimiento, crear un Observatorio de Residuos para hacer un seguimiento del trabajo del Ayuntamiento, y avanzar en la fiscalidad verde.
Todas estas cuestiones han sido planteadas ya a los grupos municipales vitorianos, y según afirma la plataforma, la acogida ha sido buena. “Hubo interés de su parte y se creó una atmósfera de trabajo, con lo que podemos trabajar juntos sabiendo el inmenso e importante trabajo que tenemos por delante. También encontramos bastante conformidad con los postulados de la filosofía de residuo cero, y exceptuando pequeñas diferencias, dimos con muchos puntos en común”, señala Gasteiz Zero Zabor en su valoración de la ronda de contactos, en la que los partidos se comprometieron a incorporar estos postulados en el nuevo plan de residuos, que debe estar listo para 2017 y en el que todavía no se ha empezado a trabajar.
Carta de Gestión. Según la plataforma Gasteiz Zero Zabor, algunos grupos municipales les plantearon en el encuentro mantenido el pasado mes de febrero en la Casa Consistorial la posibilidad de redactar una Carta de Gestión Adecuada de los Residuos para que, “más allá de los partidos políticos”, el propio Ayuntamiento de la capital alavesa como institución fije unos principios que marquen toda acción que se lleve a cabo en la gestión de los residuos en Gasteiz.