¿Cómo se acercó al mundo de la cooperación?
-Empecé a interesarme por el mundo del desarrollo durante la carrera, pero era un interés más bien teórico. Y de ahí, desde una idea de compromiso social, me surgió la necesidad de llevar esas inquietudes al terreno de la práctica. Partir de la teoría es interesante, pero hay que buscar una aplicación práctica. Fui encauzando mis intereses, estudié un curso de posgrado en Madrid de cooperación al desarrollo, después hice unas prácticas en Oxfam y empecé a trabajar en Ayuda en Acción. Luego me acerqué otra vez a Euskadi, a Donostia, y en enero de 2006 empecé en Setem.
¿Tiene a alguien que le haya servido como modelo?
-Sí, por ejemplo Gonzalo Fanjul, de Oxfam, un tipo que escribe mucho y que es tremendamente interesante por su compromiso.
¿Guarda alguna experiencia vital en los países del Sur que le haya marcado?
-He estado en varios países. En India, Ruanda, Ecuador, Colombia, Perú, Chile... no sé si me dejo alguno. Cada país es distinto, pero quizá las realidades que más impresionan desde aquí son las del África subsahariana, y también las de países como India. Cuando salí de las zonas turísticas y me acerqué a las áreas más deprimidas, me sorprendió muchísimo la dignidad y la fortaleza de las gentes, que dentro de su situación de pobreza enorme se alejaban de todos los estereotipos que puede haber. No tuve esa sensación de que llevas unos fondos y estás en un contexto de superioridad.
¿Y qué le ha aportado o le aporta la cooperación?
-Para mí, es una forma de afrontar la realidad y, sobre todo, de hacerlo con un carácter subversivo. Quienes nos vinculamos con este mundo, con la solidaridad y la justicia social, partimos del dolor que sentimos ante lo que consideramos situaciones injustas. Pero, sobre todo, hay que transformar esa frustración en capacidad de lucha, porque esas situaciones son solventables. Tenemos las capacidades para conseguirlo, y eso te genera mucha rabia que hay que canalizar de forma adecuada. Es perfectamente factible darle la vuelta a la situación. - C.M.O.