A Podemos, un partido nacido hace un par de años, prácticamente sin estructura hasta hace muy poco, las elecciones municipales de 2015 le pillaron demasiado pronto. Era una organización política casi en pañales, sí, pero también era un caballo ganador a la luz de las encuestas y cabía la posibilidad de que en las listas municipales se colaran mercenarios de la cosa pública o arribistas. Por ello primó la precaución y el logo del círculo sobre fondo morado se guardó en un cajón a la espera de las generales. Así pues, en las municipales se presentaron candidaturas ciudadanas avaladas por la nueva formación, pero independientes orgánicamente de Podemos.

De hecho hubo cierta confusión con las siglas entre el electorado, como prueban, en el caso alavés, los resultados de Podemos en las Juntas Generales ?ocho procuradores? y en el Ayuntamiento de Vitoria, donde Sumando-Hemen Gaude obtuvo dos concejales.

Ya ha transcurrido más de medio año desde que se constituyeron los ayuntamientos españoles y, ahora sí, el grupo municipal hasta ahora independiente forma parte de Podemos con todas las consecuencias. De hecho, Vitoria es el único municipio del Estado donde se ha dado el paso de integrar a una candidatura ciudadana en el partido, tal y como solicitaron los propios representantes del grupo municipal, su portavoz, Jorge Hinojal, y el concejal Juan Cerezuela, a la Secretaría de Organización que dirige Sergio Pascual.

La dirección de Podemos dio el visto bueno y por ello Sumando-Hemen Gaude va a desaparecer como partido y como grupo político y en su lugar nace Podemos Vitoria-Gasteiz, dependiente estructuralmente del Consejo Ciudadano de Vitoria. “Nos integraremos a todos los niveles, en lo relativo a las aportaciones económicas, nos basaremos en el reglamento de Podemos, y trabajaremos como cualquier otro cargo público del partido; apareceremos en la web y publicaremos ahí nuestra declaración de bienes”, señala Hinojal, quien entiende que la autorización para integrarse en el partido supone un reconocimiento a la labor de estos siete meses largos, o más bien una demostración de confianza.

“Hace dos años no teníamos organización, nos juntábamos en centros cívicos y en bares, pero la trayectoria ha sido buena y desde la central reconocen que hemos sabido respetar las normas, que no hemos utilizado un nombre parecido al de Podemos, que no hemos imitado logotipos, defendiendo siempre que éramos Hemen Gaude, que Podemos era otra cosa. Gracias a esa labor, al trabajo del día a día y a la capacidad de llegar a acuerdos vamos a ser el primer grupo municipal del Estado, y por ahora el único, que nos llamaremos Podemos”, explica su portavoz municipal.

Efectivamente, el nacimiento de Podemos Vitoria-Gasteiz supone un viraje estratégico en el seno del partido, que como se ha mencionado antes concurrió a las municipales con tantos recelos y precauciones que, de hecho, realmente no se presentó a dichos comicios. El miedo a los paracaidistas, como se conoce coloquialmente a las personas que ven en los partidos políticos una oportunidad para medrar personalmente y que, cuando terminan liándola, perjudican a la organización que los acogió, pesó más que la posibilidad de aprovechar el tirón del partido emergente para asentarse en los municipios.

En Vitoria se ha dado el visto bueno a constituir un grupo municipal propio porque los ediles han pasado el examen, pero también por una circunstancia que en principio no fue del agrado de quienes hasta ahora han conformado Sumando-Hemen Gaude. “Desgraciadamente no conseguimos llegar a ninguna concurrencia, e insisto, desgraciadamente, pero si lo hubiéramos conseguido no habríamos podido integrarnos ahora en la estructura de Podemos”, señala Hinojal. En Sumando-Hemen Gaude, tanto los electos como los asesores y la administrativa del grupo pertenecen al partido. l