el primer encuentro de Ágora, la iniciativa foral de cooperación que busca la reactivación económica, social y cultural de Álava, sentó el pasado 21 de enero las bases de un camino que vivirá nuevas etapas en marzo, abril y mayo. Más de trescientas personas pusieron sobre las mesas de Artium sus ideas y proyectos, pero sobre todo su visión de cómo debería ser la Álava del futuro. El trayecto será largo, pero por ahora la cita inaugural sirvió al menos para marcar una dirección en el horizonte. Cuatro de los protagonistas del pistoletazo de salida de Ágora trasladan a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sus impresiones sobre este foro de diálogo, en el que participaron formando parte de algunas de las cerca de cincuenta mesas de trabajo.
“Me sorprendió la iniciativa y la masiva respuesta a la convocatoria, señal de que nos ocupa y preocupa Álava y de que algo no está funcionando bien a nivel territorial y autonómico”, explica Txaro Sobrón, directora de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Vitoria (EASD). Aunque el diputado general, Ramiro González, apuntó en la presentación pública de Ágora que confiaban en poder reunir a alrededor de doscientos agentes, la convocatoria se saldó finalmente con 320. Una “respuesta espectacular” que según David Montero, director del Centro de Empresas e Innovación de Álava (CEIA), “demostró que había ganas de proponer y, sobre todo, de ser escuchados”. “Todos salimos con la esperanza de que el torrente de ideas y reflexiones no quede en saco roto y se puedan materializar en forma de acciones concretas”, incide Montero.
La amplia afluencia de gente, “la voluntad de colaboración” y “la ilusión de la sociedad alavesa por abrir vías de entendimiento y apoyo al trabajo bien hecho” fueron las primeras impresiones con las que Ziortza Gil, directora de la Ikastola Olabide, salió de Artium hace dos semanas. “Creo que fue un éxito, pero no fue más que el comienzo de un largo camino de trabajo y entendimiento entre diferentes”, recuerda Gil, mientras que a Ramón Ibeas, secretario general de Cáritas Vitoria, el foro le resultó “interesante, entre otras cosas por su transversalidad”. “Fue un encuentro plural y quizá disperso, pero en ello está su valor. No querría estar en el pellejo de quien tenga que hacer la síntesis”, sostiene Ibeas.
Precisamente, la recopilación de las propuestas e ideas planteadas se encuentra todavía en proceso, aunque las primeras conclusiones, trasladadas hace unos días por el diputado general, subrayan como bases de trabajo la necesidad de “reforzar la marca Álava, apostar por la colaboración interprofesional e interempresarial y fomentar la cultura de la mano de la innovación”.
Cuestionados por sus propias conclusiones, estos cuatro representantes del ámbito social, empresarial, educativo y cultural alavés coinciden en los puntos donde dirigir el foco. “Debemos empezar a creer en nuestras posibilidades y capacidades como territorio, que son muchas y buenas, para llegar a acordar de una vez un rumbo a seguir. En esto hubo consenso generalizado, en la importancia de disponer de una marca territorio como faro”, asegura el director del CEIA. “A partir de ahí, a nivel económico lo prioritario es diversificar cuanto antes nuestro tejido para minimizar nuestra macrocefalia laboral, con muy pocos polos generadores de la mayor parte de nuestros empleos, agravado además por tener la mayoría sus centros de decisión a cientos o miles de kilómetros de aquí”.
“Tenemos que diseñar, imaginar nuestro territorio y convertir nuestra dinámica económica y social en tractora, no sólo de conocimientos y volumen de negocios, también de solidaridad. Si queremos sacar Álava adelante tenemos que ir juntos y traccionar unos de otros, porque si no el barco se hundirá con todos dentro, ricos, pobres y mediopensionistas”, valora Ibeas desde Cáritas.
Para la directora de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Vitoria, la clave para la reactivación de una Álava que actualmente cuenta aún con 25.449 personas desempleadas pasa irremediablemente por “abordarla desde distintos frentes, impulsando las infraestructuras, realizando un diagnóstico empresarial, apostando por la calidad agraria y por la marca Araba y, por supuesto, sin olvidar la cultura y el sector educativo, que es donde se desarrolla el talento”. Una reflexión que la directora de la ikastola Olabide refuerza recordando la necesidad, por no decir obligación, de “realizar una inversión en conocimiento, formación y divulgación, porque debemos aspirar a un sistema adaptado a las personas en el que los valores sean la base de las líneas de trabajo”.
“El ámbito educativo debe ser uno de los ejes vertebradores de las iniciativas de nuestra provincia. Creatividad, esfuerzo, ilusión, respeto, pluralidad e igualdad son valores que la sociedad demanda y promoverlos con una metodología en equipo es la alternativa de futuro por la que debemos trabajar, aunando fuerzas entre diferentes”, considera Ziortza Gil.
temas tratados Separados en grupos de seis o siete personas, los representantes de diferentes sectores económicos, sociales, culturales y deportivos, entre otros, departieron durante varias horas con tantos temas a tratar como voces presentes. “En mi mesa hablamos de la importancia de las personas, de la igualdad, de generar un tejido de I+D+i que se desarrolle en toda la provincia y de la capacidad de Araba de poder desarrollar una iniciativa, a nivel internacional, basada en el trabajo y la pasión por el desarrollo”, explica la directora de Olabide.
“Nosotros hablamos sobre tres grandes cuestiones: la necesidad de centrar el esfuerzo en generar empleo de calidad, la eliminación de barreras para generar espacios que faciliten la creación de nuevas empresa e iniciativas sociales y tener en cuenta que el gran problema actual es la desigualdad”, rememora Ramón Ibeas. “En mi caso hablamos de Vitoria como ciudad industrial, de precariedad laboral, de cooperación e integración entre organismos de promoción y desarrollo económico y de la pérdida de capital humano, con la generación de jóvenes mejor formada de la historia que se ven abocados a emigrar o al paro”, responde Txaro Sobrón. David Montero, que hizo doblete y formó parte de dos mesas, lamenta que “el perfil de los participantes era demasiado homogéneo y casi todo giró en torno al ámbito económico”.
A partir de marzo, Artium acogerá nuevos encuentros centrados ya “en áreas de trabajo más específicas”, según adelantaba hace unos días el diputado general. De momento, parece que el motor del coche de Álava está de nuevo en marcha y engrasado. Ahora le toca coger velocidad.