El año pasado se lanzaron con la edición de un libro y este con la antropología. Hablamos de la exposición de Belenes con la que, desde hace 17 años, el Museo Taller Santxotena de Artziniega intenta transmitir una Navidad universal desde una mirada más etnográfica, entendida esta como expresión de creatividad y de transmisión de la multiplicidad cultural del planeta.
Y es que entre los 1.623 misterios reunidos esta edición (170 de ellos nuevos) destacan sobremanera las catorce figuras que integran el montaje en homenaje a Zamora y sus mascaradas de invierno. “Además de representar el Belén con la etnografía, costumbres y materiales de cada zona, este año hemos trabajado la antropología del Belén con esta provincia de Castilla León, a quien hemos dedicado el stand estrella”, explica Teresa Lafragua, propietaria de esta original colección que, hasta el próximo 31 de enero, permitirá al visitante dar la vuelta al mundo en Belén.
El conjunto lo engloban una Virgen y un San José ataviados con trajes regionales y un niño Jesús con su manta zamorana, pero lo que llama la atención son el resto de personajes que les acompañan. “Se trata de los Zangarrones de Sanzoles y Montamarta, los Carochos de Río Frío de Aliste, el Tafarrón de Pozuelo de Tabara, la Filandorra de Ferreras de Arriba, el Pajarico de Villarino Tras la Sierra, y la Visparra de San Martín de Castañeda, así como de las Aguedas y la viuda rica de Toro”, enumera Lafragua, que no quiere olvidar dar las gracias a personas como la alcaldesa de Sanzoles, María Mulas, o al diputado zamorano José Luis Prieto, entre otros, “por todas las facilidades dadas a la hora de documentarnos para elaborar este Belén, y a ellos va dedicado el collage de la espalda en el que he plasmado sus principales templos o la Sierra de Culebra”.
No en vano, se trata de personajes de cierto aspecto diabólico y desconocidos por estos lares, pero muy arraigados en las Navidades zamoranas, que denotan una clara mezcla de paganismo y religiosidad, y retrotraen a un capítulo del pasado que habla de epidemias de peste. Junto a este Belén se encuentran otros 82 de las nueve provincias de Castilla León. “En nuestra colección nos faltaban representaciones de Soria y Ávila, así que nos fuimos a ferias a buscar alfareros que nos elaboraran piezas únicas. Muchos no habían hecho nunca un Belén, pero con nuestra persistencia les convencimos”, confiesa Lafragua.
Así, al igual que el año pasado lograron con el Belén etnográfico de Covarrubias, ahora cuentan también con uno de Ávila “homenaje a los 500 años de Santa Teresa”, otro segoviano montado en una lámpara o en velas de Alba de Torme, uno exclusivo con trajes regionales e instrumentos musicales de Burgos y otro de Soria con personajes típicos como los resineros, los alfareros y hasta sus famosos hongos. El stand de Castilla León se completa, además, con una sección dedicada al románico en el que destaca un Belén en el Panteón Real de la Colegiata de San Isidoro en León, “pintado a mano sobre mortero de cal y arena, en técnica de fresco seco, típica de los siglos XI y XII”. No obstante, no es el único motivo para visitar esta muestra, ya que la ya de por sí amplia sección de países ha seguido incrementándose con piezas de Rusia, Brasil, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Perú, Paraguay, Venezuela, Alemania, Noruega, Portugal, Estados Unidos, Praga, Colombia, Bangladesh, Italia, Grecia, Holanda o Francia.
“De los que más orgullosa estoy son de los de Abu Dhabi, país árabe y por lo tanto difícil de encontrar Belenes, de Islandia, que me lo ha traído un sobrino y esta hecho con lana, pasta de jabón y cenizas de volcán, así como de los del Caribe, muy curiosos y llegados de sitios tan dispares como Cozumel en México, hecho con espinas de pescado y resina, Roatán en Honduras, George Town en Islas Caimán, Miami en Estados Unidos, Nassau y Princess Cays en Bahamas, u Ocho Ríos en Jamaica, cuyas figuras son rastafaris”, explica Lafragua.
Personajes de cuento El Taller Museo Santxotena tampoco se ha olvidado del colectivo infantil. “He creado un Belén con personajes como Caperucita Roja, Pocoyó, Mickey Mouse, los Simpson, un tren con golosinas...”, apunta Lafragua que, con todo, sigue apostando por la sección de regiones de todo el Estado. “Es nuestra pasión, mostrar en cada montaje las características culturales de cada provincia, de modo que los visitantes -sean de donde sean- se vean representados y que ellos mismos nos expliquen sus tradiciones y folklore”, apunta. Así, a los ya conocidos Belenes euskaldun, valenciano, segoviano, andaluz, gallego, mallorquín o canario, así como de Asturias, Aragón, La Rioja, Valladolid, Cataluña o Salamanca, se les han unido este año nuevas piezas de Madrid, Galicia, Huesca, Valencia y la propia Euskadi.
En la muestra de este año tampoco falta el guiño local y, por consiguiente, el más emotivo. Al Belén tradicional con piezas móviles que estrenaron hace dos años en homenaje a Artziniega, se le han sumado tres piezas que no pasarán desapercibidas en el municipio. Se trata de las torres medievales de Sojoguti, Artziniega y Mendieta, talladas en madera y a escala, por el marido de Teresa, el escultor Xabier Santxotena. Para visitarlas, hay tiempo. La muestrá estará abierta hasta el 31 de enero, de viernes a domingo, en horario de 11.00 a 13.30 horas y de 16.00 a 19.00 horas.