vitoria - Nos han chivado que anda usted a tope haciendo cirugías de implantes dentales.

-Me tienen explotado (risas).

¿Y eso quiere decir que la gente ya se ha concienciado de la importancia de la salud bucodental o que mucha gente está sufriendo las consecuencias de no haberse preocupado durante demasiado tiempo?

-Las dos cosas, pero sobre todo la gente está sufriendo por tratamientos mal realizados. Nuestra desgracia es que antes venían pacientes sin dientes y ahora vienen con tratamientos mal realizados. Y eso es un problema.

Así que ahora que nos bombardean con anuncios televisivos de clínicas dentales que a muy bajo precio le dejan a uno la boca como nueva...

-Cuidado. Cuando a uno le ofrecen un tratamiento ganga, que no dude en pedir una segunda opinión porque si no es responsable del resultado.

Pero claro, el bolsillo es el bolsillo. E ir al dentista tiene su precio.

-Si hay algo en lo que merece la pena invertir, además de en educación para nuestros hijos, es en salud. Y, sin embargo, la gente prioriza el coche, la vivienda... Pero si no tienes salud no te sirve de nada tener una cocina preciosa. Lo que pasa es que estamos un poquito mal educados. Se ha educado a la sociedad en que la salud es gratis. No. La salud tiene un enorme valor y todos somos responsables y valedores. Es nuestro mayor patrimonio, junto con la familia. Ambos dos hay que cuidarlos con la misma intensidad. Y la boca, concretamente, es una fuente impresionante de patologías. A veces es la causa de esas patologías, otras veces la consecuencia.

Y si tan importante es la salud bucodental, ¿cómo es que no la cubre la Seguridad Social y por qué?

-Porque la gente no se lavaría los dientes. Iría a la enfermera a que se los lavara. Así de claro. Y además reclamando. Es cierto que los tratamientos bucales son costosos, eso es incuestionable, pero lo mismo que lo son los iphones y media Vitoria tiene uno. Una cosa es costoso y otra cosa es cara. Hay que invertir en salud. Y eso supone, para empezar, invertir tiempo en adquirir hábitos saludables. Limpiarse los dientes bien. No he dicho limpiarse los dientes. Limpiárselos bien. Aprender y mantener. Yo a mis hijas les tengo que reenseñar cada poco tiempo. Porque tenemos tendencia a la pereza, a no dedicar el tiempo a lo que es importante.

Hablemos, pues, de una enfermedad que se deriva de todo esto que cuenta y de la que va a hablar en el congreso: la periimplantitis.

-La periimplantitis es la traslación de la enfermedad periodontal, de las encías, lo que la gente llama piorrea, a los implantes dentales. Los implantes son más resistentes ala enfermedad periodontal que los dientes naturales. Tenemos muchos pacientes con una mala higiene que han perdido antes los dientes que los implantes, pero los implantes son susceptibles de sufrir la enfermedad. Así pues, es importantísimo la elección que los pacientes y los médicos hacen de los implantes. No todos se comportan igual y esos implantes chollo de los que hablábamos antes son de segundo nivel. Yo no me los pondría en mi boca. Como si tuvieran que ponerme un marcapasos. Elegiría el mejor del mercado, no el más barato. Y, sin embargo, la gente cuando va a por implantes se ponen más baratos. Así que luego son corresponsables de lo que les pueda pasar.

Lo dice el refrán: prevenir es curar.

-Así es. Y en el congreso vamos a hablar de prevención. El paciente tiene que limpiarse los dientes e ir como mínimo dos veces al año al dentista. Y el dentista tiene que hacer su trabajo muy bien, no bien, muy bien, eligiendo con exquisitez los materiales. Todos. La prótesis que se pone bajo los implantes es tan importante como los implantes. De nada sirve que a uno le pongan un muy buen implante si la prótesis es low cost. Insisto: cuando se habla de costoso, hay que comparar manzanas con manzanas, no manzanas con manzanas podridas. Y en estos momentos uno de los problemas más importantes de este país es que la oferta odontológica es de muy diferente calidad y mucha de ella es de gran calidad en marketing y paupérrima en los tratamientos. Si preconizamos la rentabilidad del grupo inversor a la del paciente, tendremos un problema muy serio.

Que no es el caso de su clínica, referente por avances científicos en la implantación de prótesis. Háblenos de eso que llaman carga inmediata. ¿Qué diferencia supone respecto a lo que se hacía hasta ahora?

-Hace más de veinte años que empezamos a hacer carga inmediata, un concepto con el que nos referimos a poner los implantes y dientes el mismo día. Pero antes lo hacíamos en casos muy muy particulares, y ahora en el 80% de las situaciones, analizando muy bien el terreno, la calidad del hueso, lo mismo que cuando construimos una casa tenemos que ver que los cimientos aguanten bien el peso. Para ello, hemos desarrollado un software, el primero del mercado, que analiza la calidad del hueso. El otro avance fundamental es que antes teníamos para elegir entre diez y quince tamaños de implantes y ahora 250. Y, a la hora de programar la intervención, con el programa informático podemos hacer una cirugía virtual y personalizar los tipos de implante para cada paciente. Y si hay que poner tres, por ejemplo, seguro que cada uno va a ser de diferente tamaño y diseño.

¿Y el tiempo de recuperación se acorta? ¿Cuándo podría el paciente comer un bocadillo de jamón?

-En ocho semanas. También hemos desarrollado una nueva superficie de titanio que es hidrofílica, que tiene iones de calcio que hace que las proteínas de nuestro hueso y nuestra sangre se absorban y conseguimos crear una interface que facilita que el hueso se forme más rápido y de manera más eficaz. Así, minimizamos los fracasos. Estamos publicando trabajos con porcentajes de éxito por encima del 99,5%. Datos únicos en estos momentos en la literatura científica. Y lo que queremos es que todos estén en ese rango de éxito. Claro está, no siempre es así. Influye la pericia del que lo hace, su experiencia y el conocimiento.

Me ha contado un pajarito que usted sufría apneas del sueño y hablando del asunto con su amigo Joaquín Durán, una eminencia en la materia, vieron la relación con el desgaste dental y así fue como empezaron a desarrollar un sistema único en el mundo para que un dentista pueda detectarla. ¿Así fue, más o menos?

-Ese pajarito es un pájaro (risas). Tenemos la suerte de tener a una de las mayores autoridades del mundo en apneas del sueño y hace un gran trabajo con una de las mejores unidades del sueño de Europa aquí en Vitoria. Y hace quince años, Joaquín me metió en el lío. El único tratamiento era poner la mascarilla de aire a presión y dormir con ella, pero los pacientes con apneas leves y moderadas no recibían tratamiento. El problema fundamental es que las apneas afectan, por encima de los 50 años, a más del 50% de la población. Así que un número grandísimo estábamos sin diagnosticar y sin tratar. Hoy, con un dispositivo intraoral que hemos diseñado, se elimina el ronquido y además es eficaz para el tratamiento. Y también hemos diseñado un equipo electrónico que sirve para un diagnóstico precoz en la consulta del dentista. Así, estamos haciendo estudios en el día a día y con un gran seguimiento de todos esos casos que, por ser leves y moderados, no son atendidos en la sanidad pública.

Por último, tengo que preguntarle por los avances en medicina regenerativa y el plasma rico en factores de crecimiento.

-De nuestra propia sangre obtenemos un plasma con una concentración de proteínas que es muy eficaz para el tratamiento de muchas patologías. Y una de las cosas que vamos a presentar a los dentistas hoy es un colirio para el tratamiento del ojo seco y las úlceras corneales.