GASTEIZ - La empresa que dirige Javier S. Burgos ha solicitado la patente europea para que un simple análisis de sangre detecte el Alzheimer. Esta nueva herramienta de diagnóstico temprano permitirá la predicción de su aparición mucho antes de que comiencen los síntomas.

¿El Azheimer es un peaje que pagamos por envejecer?

-Sí, el objetivo es diseñar estrategias para retrasar la enfermedad. Si consiguiésemos retrasarla solo cinco años habría la mitad de casos.

¿Eso es posible?

-Es posible pero no lo veo cercano. Tenemos que seguir trabajando y desarrollando fármacos. Y sobre todo intentar diagnosticarlo lo más temprano posible. De hecho creo que van a pasar al menos diez o quince años hasta que tengamos una terapia que haga algo.

¿Los fármacos actuales frenan el deterioro?

-No. Unos están enfocados a la etapa que va de leve a moderada y otros a la que va de moderada a severa. En el mejor de los casos paran el avance de la enfermedad entre seis y doce meses. Y van dirigidos a síntomas porque los enfermos tiene un cuadro psicótico asociado. Actualmente las tendencias avanzan en la dirección de retrasar la enfermedad porque curarla hoy es inviable. De hecho, si coges un cerebro afectado de Alzheimer pesará un 30 o un 40% menos que un cerebro sano. Eso significa que se han muerto muchas neuronas, y una vez muertas, es muy difícil generarlas por no decir imposible a día de hoy.

Dice que el Alzheimer es una de las enfermedades que más problemas y más dinero le va a costar a la sociedad. ¿Tan mal pinta?

-Las perspectivas y el número de enfermos arrojan cifras dramáticas. El coste actual de la enfermedad de Alzheimer en el mundo supera los 800.000 millones de dólares, esto supera al valor en Bolsa de Apple. Y se espera que en 2050 haya 135 millones de enfermos. Estamos ante un problema importantísimo.

En su empresa han hallado una prueba diagnóstica para detectar la enfermedad a través de marcadores sanguíneos ¿qué significa?

-En marzo de este año solicitamos una patente porque hemos identificado cinco biomarcadores sanguíneos que permiten diagnosticar la enfermedad y hallar un factor de riesgo para sufrirla. Esta patente arrojará un poco de luz y es muy importante porque actualmente no existen métodos validados en sangre para hacer el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica ahora?

-Los neurólogos hacen una batería de pruebas y los marcadores que se miran actualmente son en el líquido cefalorraquídeo y para eso hay que hacer a los pacientes punciones lumbares que son bastante agresivas.

Parece que estamos muy verdes en la batalla contra esta demencia. Sin embargo hace unos días Nature publicó un estudio que decía que era transmisible entre humanos.

-Este artículo se malinterpretó. Presentaba un estudio con ocho niños a los que se les había dado la hormona del crecimiento de cadáveres y habían visto placas de amiloide -placas seniles- en el cerebro. Pero el artículo no hablaba de la enfermedad de Alzheimer sino de placas de amiloides en niños que habían sido tratados con esa hormona del crecimiento.

A principios de septiembre, otro sentenciaba que ser obeso o sufrir sobrepeso a los 50 años podía acelerar la enfermedad.

-Es que los riesgos para sufrir Alzheimer son muchos. Y coinciden casi plenamente con los riesgos de las enfermedades cardiovasculares. Por eso se propone una vida saludable para retrasar el inicio de la enfermedad. Por eso se sabe que la obesidad, el colesterol alto, son factores de riesgo. Eso no significa que el que esté gordo vaya a tener Alzheimer pero es un factor de riesgo.

Si permaneces activo mentalmente se puede retrasar.

-Hablar un segundo idioma disminuye el riesgo de enfermedad. También la gente que ha estado más años estudiando tiene una cierta protección. Esto genera una reserva cognitiva que te disminuye la posibilidad de padecerlo. Y todo porque has estado ejercitando el cerebro que es en definitiva un órgano más. Pero hay muchísimos factores de riesgo que están asociados a la enfermedad. Y cuantos más factores de riesgo padezcas, más boletos compras para que te toque la lotería.

¿Qué otro tipo de boletos hay?

-El primero de todos es ser mayor. Tener más de 65 años. De hecho, cuanto más mayor se es, el riesgo aumenta. Se duplica cada cinco años. Frente a eso no podemos hacer nada. El segundo es ser mujer, que al parecer tiene el doble de riesgo que ser hombre. El tercero, es una variante de un gen, que está relacionado con el transporte de colesterol. Y así vas sumando... Dieta sana, algo de deporte, ejercicios mentales, estudiar... El problema es que es una enfermedad muy compleja que parte de muchos factores diferentes y que dura entre 20 y 30 años. Y la complejidad de comprenderla, provoca que aún no tengamos un arsenal terapéutico con el que poder combatirla.

Hoy por se desconoce la causa del Alzheimer.

-Efectivamente. Sabemos que se mueren las neuronas, sabemos cuáles y en qué regiones del cerebro se mueren... Y tenemos más o menos claro cómo lo hacen. Pero no sabemos por qué. Salvo en un porcentaje muy pequeño que es la enfermedad genética pero eso es solo el 1% o tal vez menos. Hay muchas teorías pero no sabemos su origen.

Con lo mal que usted me lo pone ¿cómo van a buscar una cura?

-Todos estamos lejos de encontrar una cura. Hemos visto que los fármacos desarrollados en los últimos 20 años no han resultado capaces de dar una solución y estamos en un momento de cambio. Porque hemos aprendido mucho para diseñar los nuevos fármacos y para que tengan más garantías de que funcionen. En Neuron Bio tenemos una aproximación, buscamos moléculas que eviten que se mueran las neuronas, independientemente de por qué se mueren. No podemos esperar a saber el origen de la enfermedad para empezar a diseñar fármacos. Es verdad que si tuviéramos una diana sería más fácil. Pero el tiempo se nos acaba. Cada tres segundos hay un nuevo caso en el mundo.