Vitoria - De septiembre a diciembre, hay dos deberes ineludibles en la Casa Consistorial: tratar de definir las ordenanzas fiscales y el Presupuesto del año siguiente. Objetivos para los que el gabinete de Urtaran ya ha puesto fechas. En el caso de los impuestos, tasas y precios públicos, el reto más inmediato, la idea es presentar el proyecto a principios de octubre, tanto a los grupos políticos como al Consejo Social -en otros tiempos ninguneado en el proceso-, con el propósito de conseguir el máximo consenso y que esté aprobado para mediados de diciembre. Ahora bien, ya hay una línea roja establecida que pase lo que pase el PNV no cruzará. “La idea es que no haya incrementos superiores al IPC y si sucede en algún caso será excepcional y debidamente justificado”, prometió el alcalde de Vitoria.
En lo que toca al Presupuesto, la intención de Urtaran es presentarlo a finales de octubre, una vez que se haya celebrado el Consejo vasco de Finanzas y se sepa la previsión del Fofel para Vitoria. Ese borrador también se pondrá a disposición de los partidos, del Consejo Social, colectivos ciudadanos y vecinos en general, con la intención de incorporar sus propuestas. Y así, si todo fuera según lo previsto, “antes del periodo navideño habría aprobación inicial”. De momento, los técnicos municipales ya han recibido órdenes del equipo de gobierno para que hagan su trabajo conforme a dos bloques: uno con las partidas fundamentales y de obligado cumplimiento (créditos de compromiso, gastos fijos como los de personal, energía, limpieza...) y otro con las acciones que permitan cumplir el programa del PNV.
Para entonces, ya se conocerá bien ese modelo de ciudad del que tantas veces ha hablado Urtaran. Del 15 al 22 de este mes, a lo largo de ocho comisiones, los concejales delegados presentarán el plan de gobierno de sus respectivas áreas. Tras los aperitivos, el 1 y 2 de octubre llegarán los platos fuertes con la celebración del Pleno en el que el PNV presentará su hoja de ruta para este curso y la legislatura. - J.S.