gasteiz - Se dice pronto, pero casi un tercio del desfase presupuestario que presenta el Ayuntamiento vitoriano en 2015, de entre 63 y 68 millones de euros, corresponde a la sociedad municipal Ensanche 21, lo que ha hecho que buena parte de los esfuerzos del nuevo equipo de gobierno por equilibrar ingresos y gastos en la caja municipal se vuelquen con la empresa que dirigió la expansión de la ciudad por el este, el oeste y el sur de Gasteiz en la década pasada, y que hoy día carga con una mochila en forma de patrimonio valorada en más de cien millones de euros, un lastre del que no se puede desprender.
Mañana miércoles el consejo de administración de la sociedad se reunirá y en ella se presentarán las medidas que el alcalde, Gorka Urtaran, plantea para sanear la empresa. Ensanche 21 debe 20 millones de euros. Adeuda 16 al Ayuntamiento, pero además también hay que abonar parte de las liquidaciones de la obra de la estación de autobuses y la totalidad de las de la pasarela de Borinzbikarra, y además hay que pagar ayudas a la rehabilitación de vivienda aprobadas en su día, lo que eleva las deudas de la empresa en casi 4 millones de euros.
Como ya anunció en su día el primer edil, Ensanche 21 deberá hacer frente a sus deudas con su propio patrimonio como aval, y por ello se le encargará en septiembre a su gerente, Iñaki Díez Unzueta, que pida un préstamo por 20 millones de euros “a un plazo de entre doce y quince años, con al menos dos de carencia”. No sólo eso, además el gerente deberá elaborar un plan de “activación de ingresos y reducción de gastos” con actuaciones a corto y medio plazo entre las que destacan la contención salarial en una empresa que, según dijo Urtaran, paga a su plantilla mucho más de lo que usualmente se cobra en el Ayuntamiento. Además, Ensanche 21 saldrá de las juntas de compensación y de concertación en las que participa, y diseñará un plan de enajenación y alquiler de activos.
Con el dinero que se capte de los bancos (si es que el consejo da el visto bueno a la propuesta del primer edil), el Ayuntamiento cobrará sus 16 millones, se liquidarán las dos obras que ha gestionado la empresa y se pagarán las deudas con quienes han rehabilitado sus casas con la promesa de que el Consistorio les ayudaría económicamente.
Ese es otro frente más en la gestión de los problemas de Ensanche 21. La empresa absorbió la Agencia para la Revitalización de la Ciudad Histórica y se comió también sus deudas. Un total de 2,4 millones de euros debía la Arich a los vecinos que hicieron obras en sus viviendas de la almendra medieval. Además, en 2012 Ensanche 21 inició dos líneas de actuación para seguir rehabilitando vivienda, tanto en el Casco Histórico como en los barrios más antiguos de la ciudad, a razón de un millón de euros para cada área.
El dinero se gastó, y se presupuestaron otros 2,5 millones para 2013 y 2014. La cuestión es que la solicitudes se han mantenido abiertas durante toda la pasada legislatura y la gente, como es lógico, las ha pedido. Ahora Ensanche 21 necesita dos millones de euros para subvencionar todas estas obras de rehabilitación, y por ello entre otras cosas el alcalde plantea elevar el préstamo que pedirá la empresa a los 20 millones de euros.
De forma paralela, Urtaran va a proponer que se cierre el grifo desde ya. A partir del 1 de agosto, el próximo sábado, ya no se podrán pedir ayudas a la rehabilitación de viviendas en el Casco Viejo y los barrios más antiguos de Gasteiz. No hay dinero, y conceder más subvenciones crearía unas expectativas, y unos derechos, si se cumplen los requisitos, que el Ayuntamiento no va a poder satisfacer hasta que no sanee sus cuentas.
En la reunión de mañana, además, el consejo de administración conocerá de primera mano cuál es la situación del plan de realojos que se encomendó a Ensanche 21. La empresa tenía la misión de comprar todas las viviendas viejas de Errekaleor, Avenida de Olarizu y Aretxabaleta, para demolerlas y construir nuevos pisos sobre ellas.
Hasta la fecha la empresa se ha gastado la friolera de 48 millones de euros en adquirir pisos, una operación que aún no ha culminado, pues aún quedan por enajenar dos viviendas en Errekaleor, donde Ensanche 21 ha gastado casi 22 millones de euros; 21 pisos en Aretxabaleta, donde hasta la fecha se han abonado 7,7 millones a los antiguos propietarios; y 7 viviendas en la Avenida de Olarizu, donde las expropiaciones han costado 18,4 millones de euros.
Algunos de los propietarios de los siete pisos de la Avenida de Olarizu denunciaron el pasado mes de enero en DNA que los bancos han bloqueado la situación al no permutarles su crédito hipotecario actual por el del realojo.