gasteiz - El Ayuntamiento de Vitoria ha puesto en marcha toda su maquinaria para analizar las alternativas posibles que permitan aliviar la delicada situación económica que ha heredado de la era Maroto. Lo ha hecho tras conocer y hacer público el informe solicitado al interventor municipal, el órgano de control económico del Consistorio, que ha alertado sobre la existencia de un agujero de 68 millones de euros en las cuentas para cumplir con las obligaciones del presente ejercicio, de aquí a diciembre. A la vista de esta “foto fija”, el gabinete de Gorka Urtaran ha solicitado a sus distintos departamentos que analicen la urgencia de cada una de esas obligaciones, para saber con certeza cuáles “se pueden ralentizar o paralizar”, con un objetivo claro: “satisfacer las necesidades básicas” de los gasteiztarras. Así lo asegura en declaraciones a este periódico Borja Belandia, concejal delegado de Hacienda. Entre otros pagos apremiantes, el alcalde alertó la semana pasada de que la sociedad pública Tuvisa “no tiene ni para gasoil” en este mes de julio.
De este análisis técnico previo saldrán “varias alternativas” -explica Belandia- que en el plazo máximo de una semana el Ayuntamiento presentará al resto de grupos municipales para su evaluación, porque “todo tendrá sus pros y sus contras”, de cara a la aprobación con el acuerdo del Pleno de una hoja de ruta que permita sanear los Presupuestos. “Si existe financiación adicional, mejor”, avanza el responsable de Hacienda.
Según detalla el informe del interventor, el boquete en las cuentas corresponde a la suma de los 15,5 millones de deuda que arrastra Ensanche 21 y que hay que pagar ya; los 18,3 millones de retenciones de créditos realizados a distintos departamentos, como Amvisa, cantidades que no están disponibles para gastar porque no se garantiza su ingreso por la vía de la venta de patrimonio conforme a las previsiones presupuestarias; 15,7 millones del capítulo de obligaciones derivadas de sentencias judiciales; y otros 21,65 correspondientes a los gastos de sociedades y departamentos que no tienen suficiente dotación en las cuentas, como sucede con Tuvisa, la factura del agua o el gasto en electricidad. A todas estas cantidades, el gabinete Urtaran ha añadido “por prudencia” los casi 5 millones que supondría el abono del 75% de la paga extra de diciembre de 2012 que resta de devolver a los funcionarios, en respuesta a la reciente resolución del Gobierno central.
Para tapar el agujero, el ejecutivo municipal planteará “operaciones que mejoren la situación general del Ayuntamiento”, que permitan “atender esas necesidades básicas”, sin descartar el empleo de parte de los 50 millones de euros en reservas disponibles en la sociedad de aguas municipales (Amvisa), aunque en ningún caso para “descapitalizarla”, por si debe hacer frente a gastos imprevistos. Una situación que Belandia compara con el trasvase de fondos de Ensanche 21 que acometió el gobierno Maroto cuando accedió al Ayuntamiento y que dejó a la sociedad urbanística sin tesorería. “El PP no ha atendido a sus obligaciones, sino que se ha dedicado a ejecutar su programa, su ideario”, censura el titular de Hacienda. Como ejemplo, pone la existencia de una factura “sin pagar” de 300.000 euros correspondiente a las últimas nevadas.
críticas del pp Como ya hiciese Maroto el miércoles, el PP volvió a responder ayer al informe del interventor denunciando la “burda manipulación” de las cuentas “por parte de Urtaran”, que a su juicio “intenta enturbiar y ocultar la gestión de quien ganó las elecciones”. Pero en esta ocasión no dio la cara Maroto, sino el exresponsable de Hacienda y edil popular Manu Uriarte, que tiró de otros datos, los de su grupo, para asegurar que “la gestión económica del PP” en los últimos cuatro años “ha permitido corregir un déficit de 47 millones de euros en 2010 en un superávit de 2,3” al cierre de 2014.
Uriarte volvió a asegurar, como vienen haciendo los populares insistentemente desde la campaña electoral, que el Ayuntamiento se encuentra en una situación “de estabilidad presupuestaria”, por increíble que parezca a la vista de los datos. Y puso varias propuestas sobre la mesa, como eludir el desembolso del IVA de las nuevas oficinas municipales porque “no hay que pagarlo este año”, el trasvase de fondos de Gilsa y Amvisa, “con superávit y beneficios”, o acogerse al Fondo de Impulso Económico que ha activado el Gobierno central para hacer frente al pago de sentencias. Belandia, no obstante, advierte de que sólo los ayuntamientos pertenecientes al régimen fiscal común, y Gasteiz no lo es, pueden beneficiarse de él.
Las reacciones entre el resto de grupos municipales a este rifirrafe tampoco se han hecho esperar. Miren Larrion, portavoz de EH Bildu, advirtió al alcalde de que frente a esta situación “ha llegado el momento de elegir” entre “reeditar el austericidio de Maroto o transitar hacia el cambio de modelo”, donde la coalición soberanista estará “caminando a su lado”. Por su parte, Óscar Fernández (Irabazi) instó al equipo de gobierno a sanear las cuentas de forma “urgente” pero “respetando los derechos laborales” del funcionariado.