vitoria - Entre Gorka Urtaran y Peio López de Munain hay entendimiento político. También sintonía personal. “A nadie se le escapa nuestra buena relación. Hemos coincidido trabajando en el ámbito social. Y antes de él con su madre y estuvimos muy a gusto. Existe conexión”, reconoce el segundo. Y eso es bueno. Mucho. Porque para que una ciudad avance con un ejecutivo en minoría es clave la garantía de alianzas lo más estables posibles dentro de cualquier ayuntamiento. Y en Vitoria ya es un hecho, gracias al acuerdo de legislatura que ayer firmaron el alcalde y el portavoz socialista. Una hoja de ruta que ofrece “estabilidad para cuatro años” con medio centenar de medidas basadas en el rigor económico, el sostenimiento de los servicios públicos, el empleo, la cohesión social, la rehabilitación de barrios, la movilidad, la cultura, la educación y la capitalidad de Gasteiz para atender “las urgencias de la gente” y crear una ciudad “más moderna, sostenible, solidaria y competitiva”. Pero, aun así, persistió una sensación más agria que dulce. Lo ideal, y los dos lo saben, habría sido un gobierno de coalición para dar fortaleza cuantitativa a quien se hizo con el poder siendo la tercera fuerza.

Urtaran no se rinde. “La oferta sigue en pie”, admitió, “pero debemos respetar los plazos, los tiempos...”. El PP inició hace semanas una estrategia que afeaba la posibilidad de que los socialistas vitorianos compartieran gestión con los jeltzales por el hecho de que éstos tomaron el bastón de mando gracias al apoyo de EH Bildu en las votaciones de investidura de los candidatos a alcalde y la sensación general es que Pedro Sánchez finalmente decidió aparcar la fórmula de un gobierno de coalición en la capital alavesa para no dar munición a Mariano Rajoy en la campaña electoral. Pero en el PSE nadie quiere hablar sobre las razones que han llevado al escenario actual. “El acuerdo alcanzado a nivel de Euskadi entre nuestras dos formaciones planteaba cualquiera de las dos fórmulas. Y lo que suceda en otros ámbitos a mí no me compete. Pero lo que sí teníamos claro es que debíamos dar respuesta cuanto antes a las necesidades urgentes de la ciudad, a esas familias con tantos miembros en paro, que no llegan a fin de mes, en vez de enzarzarnos en debates de estas características (...). Y nunca pensamos, no fue nuestro objetivo, en ocupar sillones”, replicó López de Munain a las preguntas insistentes de los periodistas.

Ya después de las elecciones generales... “Veremos lo que depara el futuro. Yo tengo muchos años y la vida me ha enseñado que no hay que cerrar puertas. Hoy abrimos la puerta del acuerdo de gobernabilidad. ¿Mañana? No lo sé. Pero vamos a trabajar conjuntamente”, insistió el portavoz socialista. Urtaran también se afanó por defender la consistencia de la alianza alcanzada. A su juicio, pensando en el margen que le da para impulsar proyectos con la mayor pluralidad posible, su situación es mejor que la del anterior gabinete de Javier Maroto. “Tenemos el apoyo de nueve concejales - los cinco del PNV y los cuatro del PSE- con la salvedad de que podemos llegar a acuerdos también con las demás formaciones porque no hemos roto ningún puente”, subrayó el alcalde. Al menos, por ahora.

El PP lleva tres semanas demostrando su intención de hacer una férrea oposición. Su último gesto ha sido la solicitud de comparecencia extraordinaria de los cuatro concejales delegados antes de que termine julio para que expliquen sus proyectos concretos. “Eso es algo que siempre se ha hecho en septiembre. Así que lo único que pedimos es tener el mismo tiempo y que los grupos no entren en la política del barro, la de meter palos en las ruedas”, rogó Urtaran. La intención este mes es “evaluar entre todos” la situación económica de las arcas a partir del informe que se va a dar a conocer hoy mismo “para enfocar juntos soluciones”. López de Munain asintió. Él tampoco quiere frentes. “Este acuerdo de gobernabilidad, de hecho, es a favor de. No vais a ver nada en contra de”, prometió.