vitoria - Muchos políticos caen en la tentación de dejar huella a través de la construcción de iconos, tangibles o no tanto. El alcalde en funciones, Javier Maroto, ya logró uno en esta pasada legislatura con la apertura de la estación de autobuses de Euskaltzaindia. En realidad, la terminal venía licitada del anterior mandato y ha sido financiada casi íntegramente por el Gobierno Vasco, pero él cambió la ubicación y consiguió venderlo como propio. También ha hecho suyas las oficinas municipales de San Martín, proyecto diseñado en la época de Patxi Lazcoz y que esta semana llegará a su fin con el traslado de los funcionarios desperdigados por distintos edificios del centro de Vitoria.

La iniciativa que sí es de Maroto sin discusión es la bautizada como Anillo Verde Interior, cuya primera fase empezó a materializarse en esta legislatura que acaba de terminar. De momento, se ha ejecutado la reforma de un par de tramos de la Avenida de Gasteiz en clave de sostenibilidad, con bicicarril y un estanque lineal, y se ha llevado a cabo buena parte de la rehabilitación del Palacio Europa con la mejora de espacios interiores y la instalación de una cobertura vegetal en la fachada que no termina de florecer. Ahora, la intención del alcalde en funciones es finiquitar la obra del edificio congresual y de exposiciones y continuar con su corredor green hacia Honduras y los Juzgados, plaza de la Constitución incluida, aunque no ha aclarado de dónde sacaría los dineros. De hecho, hay otros agujeros ahora mismo que no se sabe cómo se taparán, como los 5,5 millones de euros que le faltan a Tuvisa para terminar el año, so pena de una subida de tarifas del 87% o la supresión de líneas.

Otro reto que Maroto contempla para esta legislatura si la falta de pactos le permite seguir en la Alcaldía es la modificación de los requisitos para acceder a la RGI. Ya durante la campaña, animó a los vitorianos a votarle si querían que luchara para dificultar la entrada al sistema de ayudas sociales al inmigrante, aunque lo que entonces no dijo es que cualquier cambio en ese ámbito depende de la mayoría del Parlamento Vasco y ahora mismo está solo en su batalla por el discurso xenófobo con el que ha introducido el debate. - J.S.