gasteiz/donostia - Los ataques gratuitos que recibió el euskera en boca de los populares Javier de Andrés e Iñaki Oyarzábal la pasada semana han logrado un curioso efecto colateral. Todos, incluido el PP en cierta medida (achacando el sentido de sus palabras a malinterpretaciones por parte de los medios de comunicación), han reaccionado en contra de un discurso que desbordó las líneas que delimitan (o, al menos, lo hacían hasta la fecha) la legitimidad moral del debate democrático. Desde esa perspectiva, ayer aún resonaban los ecos de la intervención de los citados y también se seguían recogiendo reacciones por parte de distintas personalidades del mundo institucional y de la cultura de la CAV. Entre ellas, el viceconsejero de Política Lingüística, Patxi Baztarrika, que acusaba a los conservadores de “tergiversar los hechos” cuando habla de que los alaveses están discriminados para acceder a un empleo público a causa del euskera. También pidió a la citada formación “responsabilidad” porque “no todo vale en campaña electoral”. En la misma línea, el candidato del PNV a diputado general de Álava, Ramiro González, acusaba al PP de usar el euskera “como arma política”. También recordó que “la sociedad alavesa no quiere confrontación”.

Tal y como recoge la Agencia Efe, Baztarrika aprovechó su intervención en una rueda de prensa en la capital guipuzcoana para recordar que la convivencia y el euskera necesitan “sensatez y responsabilidad a raudales y demagogia cero (...). El discurso de los agravios es siempre peligroso porque sólo alimenta el conflicto”. El viceconsejero acompañó sus palabras con toda una batería de datos para negar que exista discriminación hacia los alaveses por las exigencias de conocimiento de euskera que denunciaron la pasada semana el diputado general de Álava, Javier de Andrés, y el parlamentario Iñaki Oyarzábal.

Sobre el particular, Baztarrika aseguró que “la verdad de los hechos es otra” y que las cifras demuestran que los requisitos que se piden a los alaveses que quieren acceder a un puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Vitoria y en la Diputación de Álava están por debajo de las instituciones vizcaínas y guipuzcoanas, ya que se tiene en cuenta la diversidad lingüística de cada territorio. Sus datos demuestran que sólo para el 36% de los puestos de trabajo del Ayuntamiento gasteiztarra y para el 36,34% del ente foral alavés es preciso acreditar conocimiento de euskera, lo que se eleva al 42,85% en el caso del ente foral vizcaíno y al 63,19% en el del guipuzcoano.

También señaló que la diversidad de opiniones es “normal y enriquecedora”, pero insistió en que “nada justifica la tergiversación de los hechos ni hay nada que justifique erosionar la convivencia y la cohesión social”, pues aseguró que con la lengua vasca “nos jugamos mucho más que un código de comunicación”.

El viceconsejero trasladó a los populares “una invitación explícita a la responsabilidad, al respeto y a la profundización en el consenso social y político labrado durante tantos años en materia de euskera”. “No todo vale en campaña electoral. La natural preocupación por los resultados electorales o el interés natural por obtener un puñado de votos nunca debe empañar el valor de la convivencia ni el respeto a la voluntad de la ciudadanía y la legalidad”, subrayó.

Por su parte, el candidato jeltzale a diputado general de Álava, Ramiro González, salió al paso de las acusaciones vertidas por el Partido Popular contra el trabajo del nacionalismo a propósito del euskera y donde hablaba de discriminación sufrida en Álava por este motivo. “Las declaraciones de Javier De Andrés sobre el euskera demuestran un absoluto desconocimiento de la sociedad alavesa. No podemos permitir que el miedo del PP al verse relegado del poder tensione la sociedad alavesa. Los conservadores han entrado en una alocada carrera para disputarle a Ciudadanos el electorado más antinacionalista. Sin embargo, la sociedad alavesa no quiere confrontación y quiere convivir; es una sociedad abierta, integradora y plural”, enfatizó.

Tras mostrar su malestar por los insultos y apelativos recibidos desde las filas del PP hacia el papel realizado por el nacionalismo en materia lingüística, González pasó a rebatir los argumentos esgrimidos por De Andrés y Oyarzábal para justificar sus críticas. “De Andrés mantiene que los alaveses de varias generaciones se han visto relegados en los empleos a las administraciones públicas y que su presencia en el Gobierno Vasco es testimonial, por culpa de las exigencias del conocimiento del euskera. Pues bien, en la OPE del año 2000, el 30% de las personas que accedieron procedía de Álava. Ese porcentaje subió al 36% en la misma OPE, una década después”, informó para recordar acto seguido que en estos porcentajes “hay que tener en cuenta que los habitantes de Álava suponen tan sólo un 14,7% de la población de Euskadi”.

A continuación, el candidato nacionalista pasó a desglosar los datos sobre matriculación en los modelos A. B y D para el curso académico 2014-15. “La opción lingüística exclusivamente en castellano supone un 3,38% en Educación Infantil; un 5,84% en Educación Primaria y un 21,55% en Educación Secundaria. Asimismo, la prueba para el acceso a la Universidad se hace en euskera en un 60% de los casos”, indicó para añadir que “está claro que el euskera es una lengua viva, a la que queremos y en la que miles de alaveses y alavesas estamos avanzando para conocerla y usarla”.

El último de los argumentos esgrimidos por González fue a propósito del Plan Estratégico de Servicio Euskera 2014-17, aprobado hace apenas seis meses. “Lo contemplado en dicho plan no tiene nada que ver con los planteamientos que De Andrés.

Crecimiento progresivo. Hace 30 años los vascohablantes sumaban en Álava el 4% de la población. En 2011 eran el 23%, más otro 20% de vascohablantes pasivos.

Lengua joven. De la población alavesa de entre 5 y 19 años, el 68% es vascohablante. En esta evolución es destacable que el 75% de los padres alaveses optan por la enseñanza total o parcial en euskera (modelos B y D).

Funcionarios. En la OPE del año 2000, el 30% de las personas que accedieron al funcionariado del Ejecutivo autonómico procedía de Álava. Ese porcentaje subió al 36% en la misma OPE, una década después. Estos datos contrastan con la población del territorio histórico, apenas el 14,7% del total de la CAV.

Sistema educativo. La opción lingüística exclusivamente en castellano supone un 3,38% del alumnado en Educación Infantil; un 5,84% en Educación Primaria y un 21,55% en Educación Secundaria. Asimismo, la prueba para el acceso a la Universidad se hace en euskera en un 60% de los casos. Estos datos, junto al resto, pone en jaque las acusaciones de Javier de Andrés contra el euskera y la presunta discriminación que sufren los alaveses por no manejar el idioma.