amurrio - La población del municipio de Amurrio cada vez produce una mayor cantidad de basuras, que no va a la par del crecimiento del porcentaje que se recicla, sino todo lo contrario. Y es que este municipio produjo el año pasado 3,6 millones de kilogramos de basura. Una cifra que, si bien es 146.866 kilos inferior al volumen recogido en 2010, está por encima de las cantidades de 2012 y 2013, cuando cada vecino produjo al día 0,958 y 0,940 kilos de basura, respectivamente, frente a los 0,963 actuales.
Además, se da la circunstancia de que si hace cinco años iba a vertedero el 64,3% de los residuos, ya que la tasa de reciclaje era de un 35,7%, en 2014 solo se logró reciclar el 32,54%. Éste adquirió forma de papel y cartón (323.928 kilos), vidrio (296.700 kilos), envases (207.351 kilos), voluminosos (280.560 kilos), residuos peligrosos (39.983 kilos), textil (17.548 kilos), aceite vegetal (4.589 kilos), neumáticos (4.430 kilos), escombros (274.220 kilos), y compostaje (44.100 kilos). Pero el 67,46% restante -un total de 2.436.333 kilogramos de basura- fue a parar a los vertederos, con el consiguiente maltrato que supone no sólo para las arcas públicas sino también para la naturaleza y el medio ambiente.
Con todo, la producción de basura en Amurrio sigue por debajo de la media de Euskadi, que es de 1,27 kilogramos de basura por habitante al día. No obstante, en un municipio que siempre ha presumido de su buena conducta en esta materia, no es de extrañar que se haya querido dar un toque de atención de cara a concienciar a la ciudadanía de la necesidad de poner en práctica el consumo responsable, en el sentido de que el mejor residuo es el que no se genera.
Para ello, todos los centros escolares del municipio están trabajando este año en sus aulas el tema de los residuos, partiendo del cortometraje ¡Cambia tu mundo! Se trata de un trabajo audiovisual que apuesta por un cambio de mentalidad, adoptando prácticas tan simples como no comprar de forma compulsiva; consumir preferentemente productos locales, ecológicos, naturales, reutilizados o reciclados y de comercio justo; informarse acerca de las repercusiones sociales y medioambientales de los bienes y servicios; asegurarse de la calidad de lo que se compra para garantizar su durabilidad; buscar alternativas que minimicen la explotación de los recursos naturales, tales como artículos de segunda mano, intercambios o reparación; o hacer un buen mantenimiento de las cosas, reutilizarlas, y cuando acabe su vida útil reciclar los materiales de que están hechas.
Y es que sólo de esta forma se reduce la cantidad de residuos que se generan, y los que es inevitable que se produzcan se deben reintegrar en el circuito del reciclaje a través de la infinidad de los sistemas de recogida selectiva existentes en el municipio. De hecho, Amurrio no sólo dispone de los contenedores verde, azul y amarillo para el reciclaje de vidrio, papel y envases, sino también de grises para restos de cerámica, pañales y compresas, colillas de cigarro u otras basuras que no se reciclan; marrón, en la calle Araba, para residuos orgánicos; blanco, en las calles Araba, Armurubenta y Plaza Armurulanda, para ropa y calzado; así como naranja, en las calles Landako, Dionisio Aldama, y Araba, barrio San José y junto a la iglesia Santa María, para el aceite vegetal.
A ellos se les suman los minipuntos para el reciclaje de pilas, CD, teléfonos móviles, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, bombillas, tóner y tapones, ubicados en San Antón y las calles Araba y Landako; así como el garbigune del barrio Larrabe, que abre sus puertas de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas.