vitoria - Las tecnologías pueden ser traicioneras. Y ayer se la liaron a la nueva estación de autobuses de Vitoria en uno de los momentos del día con más actividad. La red informática que regula las entradas y salidas se cayó a las nueve de la mañana, así que varios vehículos comenzaron a acumularse a uno y otro lado de la barrera. Al poco las colas ya acumulaban retrasos de hasta veinte minutos, para agobio de aquellos viajeros que tenían que ir a trabajar. Había que actuar. Y rápido. Y eso es lo que se hizo, recurriendo a la metodología analógica de toda la vida. Mientras tanto, se estuvo intentando arreglar el sistema. Y más pronto que tarde se consiguió. A las once menos cuarto, los gestores de la terminal respiraban aliviados. Habían superado el contratiempo.
“Salvo esas incidencias, el resto del día la estación ha funcionado con normalidad en su estreno, con la adaptación necesaria en situaciones como ésta por parte de todas las personas involucradas. La impresión general es que por fin Vitoria tiene una estación de calidad y los viajeros estaban contentos”, afirmaron fuentes del Gabinete de Javier Maroto. El de ayer era un día para quedarse con lo positivo, así que no dudaron en destacar que, por ejemplo, el primer autobús en aterrizar en la terminal lo hizo incluso antes de lo previsto, con cuarenta minutos de antelación. Llegó de Pontevedra con cuatro pasajeros a bordo. - J.S.