gasteiz - Son al menos ya tres los episodios ocurridos en los últimos días en los que los escoltas del alcalde de Vitoria, Javier Maroto, han pedido la documentación a ciudadanos que han criticado la campaña de recogida de firmas de la plataforma Ayudas+Justas para recortar el acceso a la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) a las personas extranjeras.
Además de la identificación realizada a un ciudadano en la plaza del Arca, que ha denunciado al alcalde por amenazas de la mano de SOS Racismo, una mujer tachó de “ladrones” a los miembros del PP en un centro comercial de la ciudad, y posteriormente un guardaespaldas del alcalde la identificó en el parking. Además, otro ciudadano fue identificado por la Policía en la factoría de Mercedes por decirle a Maroto que está incitando al racismo a la población vasca, una acusación que ya le hizo SOS Racismo en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que ha archivado la causa. Ayer, Maroto lo negó y tildó de “anécdotas” estas identificaciones porque “en general, la gente me dice: “alcalde, te respaldo, dónde hay que firmar”.
En cuanto a la persona que denunció el jueves el caso, Maroto aseguró que insultó a los voluntarios de la plataforma que él mismo impulsó y en la que participa de forma activa. “No hubo amenazas, faltaría más”, dijo el primer edil vitoriano, para quien “llamar racista a una persona es un delito, aparte de gravísimo, y punto final”. El denunciante, por su parte, niega que insultara a nadie y, como ya avanzó DNA, asegura que la realidad es que únicamente se negó a firmar en favor de una campaña que considera “seccionada e induce al racismo”; la misma argumentación que dio el domingo en el Arca.
Maroto buscó más culpables y pidió “respeto para mí y para los voluntarios que están recibiendo descalificativos de algunos medios de comunicación, de algunos políticos y de algunos ciudadanos que no se enteran de la fiesta y de lo que estoy diciendo; ayudar sí, pero sólo si lo que quieren es trabajar e integrarse como hemos hecho los demás”. El alcalde dijo que no iba a hablar de “anécdotas, de lo que pasó no sé dónde” y afirmó que el portavoz de SOS Racismo, Fede García, “está obsesionado” con su persona “porque en su día desempadroné a los 1.200 magrebíes que tenía en su local”. Para Maroto, “nadie respalda en la calle la posición de SOS Racismo, y después de que el fiscal haya archivado su denuncia lo que tiene que hacer él, los que piensan como él y los que gritan como él, es pedirme perdón”.