Gasteiz - Visiblemente molesto por la resurrección de un asunto que en el PP creían amortizado, ayer el alcalde vitoriano, Javier Maroto, cargó contra la oposición municipal por hacer sangre con la citación para declarar que han recibido tanto él como el ahora ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, para dar explicaciones sobre el polémico alquiler de la calle San Antonio.
Con Alonso como alcalde y Maroto como concejal de Hacienda, el Ayuntamiento alquiló un local que le costó 2,7 millones de euros al empresario Gonzalo Antón por veinte años de mensualidades que sumaban 6,1 millones. Las conclusiones de la comisión de investigación celebrada en el Consistorio hace un año fueron remitidas al Tribunal de Cuentas, y el órgano fiscalizador ha llamado a declarar el próximo 5 de marzo a ambos representantes políticos, al entender que se produjo una irregularidad contable. De hecho, el tribunal les pide, según El País, que abonen de su bolsillo 439.365 euros para solventar el quebranto económico causado a la ciudad. Ayer Maroto (que, como Alonso, declarará a través de un procurador) fue preguntado sobre el hecho de que se vaya a alegar que esa eventual irregularidad ha prescrito.
“Yo no pido la prescripción, prefiero que se diga que no ha habido nada irregular”, dijo Maroto, quien suavizó la impactante expresión citación a declarar. “Lo normal, al menos por educación, es que te llamen para pedirte tu opinión, nos la han pedido y la vamos a dar”, dijo el alcalde, que acusó a la oposición de “ladrar” sin haber encontrado ningún elemento para llevar el caso a la Justicia. Además, acusó al exconcejal del PNV Iñigo Antia de “estar hasta arriba” en el caso Hiriko. - T.D.