- La mesa de coordinación interinstitucional para la ejecución de las infraestructuras necesarias en el Valle de Ayala para lograr una solución definitiva al problema de saneamientos de la cuenca del Alto Nervión ya es una realidad. El pasado miércoles celebró su primera sesión con todas las partes implicadas: el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, representado por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico; el Gobierno Vasco, a través de la Agencia Vasca del Agua (URA); las diputaciones alavesa y vizcaína y el Consorcio de Aguas Kantauriko Urkidetza (Caku). Todos “mostraron una férrea voluntad de colaboración mutua, que confiamos no se trunque con los cambios que pueden traer consigo las elecciones que se avecinan en todas las instituciones, y que los futuros representantes sigan en la senda de arrimar el hombro para solventar esta histórica demanda”, explicó ayer a este periódico el presidente de Caku, Juanjo Yarritu.
En la actualidad, cerca de 35.000 habitantes de Amurrio, Llodio, Ayala y el vizcaíno municipio de Orozko vierten sus aguas residuales en el Nervión o sus afluentes, con una única medida para amortiguar su impacto: las arcaicas fosas sépticas comunitarias. Una acción que lleva a que se esté incumpliendo la directiva comunitaria que obliga a los núcleos de población de más de 20.000 habitantes a tratar debidamente sus vertidos a los ríos. De aquí que Yarritu subraye que “estamos en el punto de mira de Europa y la posibilidad de ser sancionados está a la vuelta de la esquina, ya no es posible más demora”.
El problema es que el plan de saneamiento del Alto Nervión está diseñado desde hace más de tres décadas, y a día de hoy tan sólo se ha logrado construir la estación depuradora de La Muera, que da servicio a Orduña y el Valle de Arrastaria y lleva en funcionamiento desde 2011. Las ubicaciones de las otras dos infraestructuras están fijadas desde hace casi diez años en el terreno ayalés de Markijana para depurar las aguas residuales de Amurrio y Ayala, y en el laudioarra de Basaurbe para hacer lo propio con las de Llodio y Orozko. Una actuación de gran envergadura, cuantificada en cerca de 75 millones de euros -20 millones la EDAR de Llodio, 22 millones para la de Ayala y 33 millones para la red de colectores- que además urge de acuerdos entre las diversas administraciones implicadas. La constitución de la mesa interinstitucional es un paso importante, pero como apunta Yarritu “esto no ha hecho más que empezar”. “Si no hay más incidencias la depuración será una realidad para 2020 ó 2021”, estima.
La evaluación del impacto ambiental del proyecto ha recibido quince alegaciones que “estarán solventadas para verano, pero que nos retrasarán el calendario de actuaciones un trimestre”, calcula el presidente de Caku. En su mayoría se trata de cuestiones de pequeño calado, pero “hay dos de las diputaciones alavesa y vizcaína referentes a la afectación que va a suponer al parque lineal del Nervión la obra de los colectores, aunque sobre plano hemos visto que sólo se trata de doscientos metros”, resalta.
cronograma Lo que ya se da por hecho, con firma prevista este mismo mes, es el convenio de colaboración entre URA y Caku, por el que la Agencia Vasca del Agua se compromete a aportar hasta 2,5 millones de euros -850.000 euros este año y 1.600.000 millones en 2016- para la adquisición de terrenos, mientras el Consorcio de Ayala debe expropiar los terrenos necesarios para las obras.
Unido a este acuerdo está “la propuesta de convenio que le hemos hecho a la Diputación Foral de Álava para que nos ayude a agilizar los trámites en materia de expropiación de los bienes y derechos afectados por el proyecto”, sentencia Yarritu, convencido de que no habrá problemas para la colaboración “teniendo en cuenta que el 40% del solar donde se prevé asentar la EDAR de Markijana es de titularidad foral”, esgrime. Con todo, en una reciente entrevista a este periódico el director general de URA, Iñigo Ansola, apuntaba a la escasa colaboración del Gabinete foral de Javier de Andrés a la hora de explicar algunos de los motivos del retraso en el pistoletazo de salida de las obras de saneamiento del Alto Nervión.
El plan de actuaciones reserva este recién estrenado año para dar por finalizados los trámites burocráticos y administrativos, y el último trimestre podrían arrancar las gestiones para la adquisición de los terrenos, y de manera paralela la Confederación hidrográfica del Norte iniciaría el proceso de licitación de las obras de construcción tanto de los colectores como de las plantas de tratamiento de las aguas residuales. El inicio de las obras está fijado para el último trimestre de 2016, y la previsión es que el entramado de tuberías esté finalizado a mediados de 2019, mientras que la culminación de las dos estaciones depuradoras llegaría entre finales de 2020 y el primer trimestre de 2021.