Vitoria - A pesar del intenso frío, la segunda jornada de huelga de los funcionarios de la Diputación alavesa volvió a sacar ayer a la calle el descontento general ante la política de recortes que el Gabinete de Javier de Andrés ha dirigido hacia sus trabajadores. Un clamor que, según informó el sindicato ELA, movilizó durante dos horas y media a más de la mitad de la plantilla foral, compuesta por unos 880 trabajadores, para exigir la apertura inmediata de una negociación que derive en la revisión de sus condiciones laborales, muy mermadas durante la presente legislatura. El colectivo de trabajadores se concentró frente al Palacio de la Provincia, donde no faltaron las consignas en favor del mantenimiento de los servicios públicos y contra los recortes de derechos laborales.

La plantilla foral inició sus protestas el pasado 16 de diciembre con una huelga de dos horas y sendas movilizaciones ante las sedes de la Diputación y las Juntas Generales, dos acciones que también contaron con “una respuesta masiva” según la Junta de Personal, que también integran las centrales LAB, UGT y CCOO. Pese a todo, el Ejecutivo foral “no ha movido un ápice su posicionamiento” desde entonces. La última asamblea de trabajadores dictó sentencia y éstos decidieron reanudar las movilizaciones “para que de una vez por todas los mandatarios no ninguneen a sus trabajadores” y “restituyan los derechos y condiciones laborales que les han usurpado durante estos cuatro años”. Según sus cálculos, los recortes provocados por el seguidismo de De Andrés a las políticas del Gobierno central han supuesto unas perdidas estimadas de “7.000 euros de media por persona y año” para los bolsillos de esos 880 asalariados forales.

Al margen de estas repercusiones económicas, la Junta de Personal advierte de que la acción de gobierno del PP al frente de la Diputación está teniendo numerosas consecuencias sobre toda la ciudadanía alavesa, empezando por no garantizar “unos servicios públicos, dignos y de calidad”. “Hay más cargas de trabajo y graves deficiencias en los servicios”, denuncia la Junta, debido al incremento de la jornada laboral, la reducción de las vacaciones, las decisiones “sistemáticas” de no cubrir bajas o jubilaciones o no convocar nuevas OPE.

A la vista de que las movilizaciones todavía no han dado sus frutos, la plantilla foral volverá a realizar sendos paros para tratar de que el Gobierno del PP rectifique e inicie una negociación. Las movilizaciones se celebrarán antes de las próximas elecciones forales, concretamente los días 10 de marzo y 14 de abril. “Los constantes recortes aplicados en las condiciones laborales de los trabajadores de la Diputación de Araba están repercutiendo gravemente en la calidad del servicio público que esta Administración debe ofrecer a los ciudadano alaveses”, insistió ayer ELA tras anunciar que los paros proseguirán. “La plantilla seguirá movilizándose en los próximos meses a fin de que la falta de sustituciones, la no cobertura de vacantes o la eliminación de servicios por falta de personal se reviertan y la Diputación cumpla con su obligación”, zanjó la central.

Segundo paro. Los funcionarios forales, una plantilla compuesta por 880 trabajadores, iniciaron sus protestas el pasado 16 de diciembre con una huelga de dos horas para exigir la negociación de sus nuevas condiciones laborales, recortadas drásticamente durante la legislatura. Ayer completaron su segunda movilización.

Sin avances. La falta de noticias derivará en dos nuevos paros antes de las próximas elecciones forales, concretamente los días 10 de marzo y 14 de abril.