vitoria - “Érase una vez una ciudad que se empeñaba en hacer de la comida dinero, y de la gastronomía su factoría, siempre al servicio del mercado. Sin embargo, no toda la ciudad come dinero, más bien aquellos que se lo cocinan. Porque, otra vez más, como en anteriores episodios, como el escandaloso presupuesto público para las jornadas gastronómicas del Congreso de Cocina de autor, organizado por el Zaldiaran, que motivó el nacimiento de estas jornadas gastronómicas alternativas, aquí, huele a chamusquina...”. Así se presentó ayer la tercera edición de Gastrofilia, con el reto de cocinar la tortilla más pequeña del mundo, con el fin de parodiar a aquella con la que el alcalde, Javier Maroto, quiso traer a Gasteiz el Guiness, un récord que nunca llegó.

Los organizadores se presentan a sí mismos como personas relacionadas con la alimentación, pequeñas y grandes, cocineras, cocineros, vitorianas, extranjeros, en definitiva, “ciudadanos de Vitoria que no comemos dinero; comemos comida y pagamos impuestos”. Este colectivo se siente horrorizado al ver la gestión del dinero público que el Ayuntamiento ha hecho este año de la capitalidad gastronómica. “No nos hace falta saber que se han gastado alrededor de 700.000 euros para darnos cuenta de que, otra vez, pretenden que paguemos todos las comilonas de dinero de unos pocos, porque lo que sí sabemos es que 70.000 euros ha costado la ya famosa tortilla de patatas más grande del mundo”, critican los miembros de Gastrofilia. “Gracias Ayuntamiento, gracias Senén”. Pero como “nosotros sí confiamos en el criterio de los vitorianos, vamos a cocinar de verdad, vamos a cocinar con siete euros la tortilla de patata más pequeña del mundo”, anunciaron ayer antes de ponerse manos a la obra. Y a ello se pusieron en el Gaztetxe. Antes, al mediodía, presentaron en Desamparadas su plataforma IPPPP, parodiando también la iniciativa puesta en marcha por el alcalde para recabar firmas de apoyo a la iniciativa que Maroto lleva a cabo en el Parlamento Vasco para presionar al Gobierno de Urkullu y que modifique la actual Renta de Garantía de Ingresos (RGI), ayudas sociales de las que, en opinión del político del PP, viven los inmigrantes procedentes de Marruecos y Argelia, sin trabajar. Esta IPPPP (Iniciativa popular en apoyo a la iniciativa popular populista partidaria de la partición poblacional) saludó ayer a los gasteiztarras con una puesta de largo, mezcla de humor y sátira, “como contrapeso a las iniciativas que ansían una Vitoria insolidaria y gris”, según explicaron.

Ha sido la manera que este fin de semana ha encontrado el colectivo Gastrofilia para criticar la forma en la que el gobierno del PP ha gestionado el año de capitalidad gastronómica, en su opinión, despilfarrando los recursos públicos en beneficio de unos pocos establecimientos hosteleros de la ciudad. Ante esta situación, desde Gastrofilia abogan por cocinar derechos alimentarios, los de los productores locales, jóvenes cocineros..., con creatividad y participación ciudadana. “Una alternativa a su idea y modelo de gestión de los recursos públicos y la gastronomía”.