gasteiz - El próximo 1 de enero vence el contrato de explotación del vertedero de Gardelegi, en apenas tres semanas. A la inminente adjudicación de este importante servicio, por valor de un millón y medio de euros, se han presentado las grandes corporaciones que en el Estado trabajan con las administraciones locales, y a falta de la última decisión de los técnicos municipales, cuatro de las cinco empresas que se presentaron inicialmente siguen en la pelea, aunque en diferente situación.
La Mesa de Contratación del Ayuntamiento excluyó de la puja por el vertedero a Revaloriza, por lo que las UTE formadas por Onaindia y Urbaser; y Yárritu y FCC, más Cespa y, por último, Escor, optan a la adjudicación.
Sus ofertas muestran una vez más la tendencia del sector privado a presentar bajas tremendamente competitivas en los contratos con la Administración, refugio en tiempos de crisis, bajas que en muchos casos ponen en cuestión la correcta ejecución de las obras y servicios sacados a concurso y que en varias ocasiones han denunciado los grupos municipales de la oposición.
En el caso de Gardelegi, Yárritu y FCC, la compañía que en la última década ha ganado los grandes concursos en Vitoria y Álava, ofreció explotar el vertedero por un precio un 35% inferior al que estimaron los técnicos municipales como apropiado, con una oferta de poco más de un millón de euros frente a los 1,5 licitados. Esta oferta, de hecho, debería dejar fuera a esta UTE por baja temeraria, a tenor de lo que establece el artículo 85 del Real Decreto 1.098/2001, al que se remite el artículo 22 del pliego de condiciones del vertedero. Según el texto legal, la empresa cuya rebaja exceda en un diez por ciento la media de las cuatro ofertas queda eliminada. Ese 35% de rebaja de FCC y Yárritu suponen un 13% menos que dicha media.
Escor se ubica en el supuesto contrario. Su oferta, de 1,543 millones, es un 19% mayor que la media de las cuatro aspirantes. El artículo 85 del Real Decreto señala que si se da este último caso, que alguien se pasa más de un 10% de dicha media, por lo alto, hay que calcular una nueva media con los tres restantes y aplicar las mismas condiciones de antes, es decir, quien se pase un 10% de la media por abajo queda excluido. Ello no significa, por otro lado, que Escor quede eliminado del concurso, sólo que su oferta ya no se suma a la media con la que se calculan las bajas temerarias.
En este caso, FCC seguiría fuera de juego, pues con el nuevo cálculo su oferta sigue estando un 13% por debajo de la media, lo que según la ley es una baja temeraria. Cespa, por su parte, se ubicaría con la nueva estimación un 17% por encima de la media.
En todo caso, la propia ley establece sus salvedades para dar margen de actuación a los poderes locales. Así, aunque FCC debería quedar excluida del concurso por presentar una baja que resulta temeraria tanto en el primer filtro, el de la media de las cuatro empresas iniciales, como en el de las tres restantes una vez excluida Escor del cómputo, cabe la posibilidad de que la compañía presente un informe en el que justifique la viabilidad del precio ofrecido y de que el Ayuntamiento lo dé por bueno. En todo caso, en el caso del vertedero de Gardelegi, según fuentes consultadas por este diario, sólo los gastos de personal de la instalación ya suponen un coste cercano al medio millón de euros.