al exterior. Hay puertas que se cierran y puertas que se abren. Y luego están las que se atrancan. La de la foto es de las primeras, de las que pese a estar cerrada se muestra dispuesta a abrirse y, además, al exterior. El mensaje queda claro, para que ningún viandante despistado se dé un coscorrón. Con las ciudades ocurre como con las puertas, que unas se cierran y otras se abren... al exterior. De eso en Gasteiz sabemos mucho últimamente. Foto: Josu Chávarri