el escándalo sobre los más de 6.000 euros que un parlamentario vasco se gastó en el teléfono que le proporciona la institución en plenas vacaciones de agosto, cuando el Legislativo autónomo está cerrado a cal y canto, puso las orejas tiesas al PSE en Gasteiz. La edil Maite Berrocal preguntó por el detalle de los gastos telefónicos del equipo de gobierno (los grupos municipales se lo pagan de su propia asignación anual), y ayer la concejala de Nuevas Tecnologías, Leticia Comerón, dio los detalles al respecto. “Tenemos un contrato nuevo para mejorar los controles de consumos”, señaló la edil.

En el Ayuntamiento disponen de un contrato con varios perfiles distintos de usuario, en función de las tareas que cada cual tenga asignadas. Hay teléfonos que sólo permiten llamar a una lista de números cerrada, y otros abiertos a todo tipo de llamadas, pero con límites mensuales de 30, 60 o 100 euros. Además, concejales y funcionarios cuentan con bonos de datos en tarifa plana con un límite que, una vez superado, ralentiza de forma notable la velocidad en el acceso a Internet, y con bonos especiales para desplazamientos al extranjero.

Según aseguró Comerón, cuando el usuario del móvil llega al 80% de su gasto permitido, recibe un sms en el que se le advierte de esta circunstancia para que se administre mejor. Cuando el sms indica que ya se ha consumido todo el crédito, ya sólo se puede utilizar ese teléfono para llamar a números internos.

Comerón explicó que además la compañía con la que Gasteiz tiene contratado el servicio de telefonía envía cada mes un borrador de factura que los técnicos cotejan para comprobar que todo está bien antes de pagar, y “cada cierto tiempo se revisan las llamadas para detectar nuevas necesidades”, afirmó la concejala. Asimismo, con el nuevo contrato el Ayuntamiento dispone de tarifas planas para las llamadas internas, por lo que se está restringiendo el uso de walkie-talkies en favor del teléfono móvil.

todos menos maroto El PSE quería saber además cuánto dinero se gastó el pasado mes de agosto el equipo de gobierno en teléfono. La factura más barata, dijo Comerón, fue de 16,47 euros, mientras que la más cuantiosa fue de 32,17 euros. En ese cómputo no entra el móvil del alcalde, Javier Maroto, cuyas facturas no las paga el Ayuntamiento.