elburgo - Organizada por la Asociación de Desarrollo Rural Lautada, la primera edición del Lautada Eguna, el Día de la Llanada, se celebró ayer con éxito en la localidad de Elburgo. A pesar de las inclemencias meteorológicas, pues la lluvia acompañó por la mañana, el cambio de tiempo no amedrentó a las personas que se desplazaron hasta Elburgo para reafirmar su identidad como habitantes de la Llanada o, simplemente, para conocer los distintos productos gastronómicos y artesanales que se expusieron en la cancha del polideportivo Landederra.

Verduras, patatas, alubias, repostería, pan y, por supuesto, quesos de pastor de denominación de origen Idiazabal formaron la muestra de la producción comarcal, junto a diversas producciones de artesanía. Todos los productos colmaban los puestos instalados en el polideportivo. A partir de las 11.30 horas comenzó en la iglesia parroquial de San Pedro, abarrotada de público, el III Encuentro Coral de la Llanada, en el que participaron los cinco coros que, en la actualidad, funcionan en la Llanada.

En total, centenar y medio de coralistas ofrecieron tres piezas cada uno. Rompió el fuego el coro de más reciente formación, Kataliturri Abesbatza, de Barrundia y San Millán, que realizó un avance de la Navidad, con la interpretación del villancico vasco “Hator, hator”. A continuación intervino el coro Eguzkilore de Agurain, que sorprendió al público con una inspirada interpretación del poema “Cantares” de Antonio Machado, al que puso música Joan Manuel Serrat. La coral Ayala de Alegría-Dulantzi cantó un Kyrie y dos canciones populares francesas. Después, Araia Abesbatza, de Asparrena, deleitaron a los espectadores con una cuidada interpretación del espiritual “Amazing grace”.

Por último, los anfitriones, el coro de Elburgo, pusieron un brillante colofón al concierto. Para terminar, los cinco coros interpretaron conjuntamente el “Agur Jaunak”, con el público puesto en pie, como es tradición. La fiesta, a continuación, volvió a trasladarse al polideportivo Landederra, donde proseguía la feria de productos locales.

red terrae Allí se expusieron dos interesantes proyectos. Uno, de puesta en valor y recuperación del patrimonio de la Llanada, que pretende partiendo del patrimonio de los pueblos impulsar una “cadena de valor” que se constituya como una herramienta que sirva de motor para la generación de nuevas iniciativas, que establezcan nuevas dinámicas con intención de que generen valores económicos, sociales y culturales.

El otro, relativo a la Red Terrae, de la que forma parte el municipio de Elburgo, que es una asociación de municipios considerados como territorios de reserva agroecológicos, cuyo objetivo es generar nuevas oportunidades de desarrollo en municipios rurales y periurbanos, desde la consideración de que la agricultura y la cultura agraria no es sólo cosa de agricultores y profesionales, sino que es también una actividad saludable, generadora de convivencia y cooperación, que contribuye a preservar el paisaje y la biodiversidad rural, y aporta opciones para la soberanía alimentaria.

“visión comarcal” Desde la Asociación de Desarrollo Rural Lautada, se consideraron cumplidos los objetivos de la jornada celebrada en Elburgo, que se situaban en la puesta en valor de los aspectos culturales, gastronómicos, turísticos, sociales y económicos de la Llanada Alavesa. Una labor a reivindicar con días como el Lautada Eguna. Nati López de Munain, presidenta de la Asociación de Desarrollo Rural Lautada, consideraba ayer en ese sentido que “por lo que respecta al desarrollo de la Llanada es preciso tener una visión comarcal, tanto por parte de los dirigentes y gestores políticos, así como de la ciudadanía en general”.