Vitoria - Halloween ha llegado para quedarse, pero la festividad de Todos los Santos no se lo va a poner fácil. Pocas celebraciones como las dos que Gasteiz enlazó viernes y sábado ejemplifican tanto la lucha generacional, con los jóvenes disfrutando de la noche gasteiztarra de la mano de vampiros y brujas -aunque el resto del año también hay mucho de los dos- mientras a la mañana siguiente sus padres y abuelos acuden a recordar a sus fallecidos en los cementerios de la capital alavesa. Ayer, los camposantos de El Salvador y Santa Isabel recibieron un año más la visita de miles de vitorianos -cada vez menos- que acudieron a depositar flores y rendir homenaje a sus familiares y amigos que ya no se encuentran junto a ellos. Pero antes, cuando la noche todavía inundaba Vitoria con una climatología bastante decente para estas fechas, los bares y discotecas ponían punto final a un día de Halloween que tuvo actividades para todos los gustos.

Hasta el Ayuntamiento se unió a la moda de sembrar el terror -más de lo habitual- en la ciudad, con actividades destinadas el viernes a los más pequeños. En el centro cívico de Judizmendi, por ejemplo, los txikis de cuatro a ocho años tenían a su disposición trajes y disfraces para prepararse y vestirse como los mismísimos Bela Lugosi y Boris Karloff, aunque ninguno supiera probablemente -salvo que tengan la suerte de tener unos padres un poco frikis- que ambos fueron los grandes actores que encarnaron en los inicios del cine a figuras como Drácula y el monstruo de Frankenstein. Además de Judizmendi, en Abetxuko los niños y niñas pudieron maquillarse también como auténticos monstruos, mientras que en Lakua disfrutaron de un taller de manualidades con maquetas de casas encantadas o mascotas un poquito siniestras. Con todo, fue llegada la noche cuando gran parte de bares del Casco Viejo y el centro de Vitoria -también muchos en los distintos barrios- se cubrieron de telarañas, calabazas y licores sangrientos para recibir a los más fiesteros, entre los que, por cierto, había más vitorianos disfrazados y maquillados que en años anteriores.

El Iguana Klub, con la proyección de la mítica The Rocky Horror Picture Show, la fiesta de disfraces del Toba’s Tabern, el truco o trato del Bon Mainton en Zabalgana o la noche de miedo en el New Kingston de Nueva Dentro fueron ayer algunos de los puntos neurálgicos de la noche gasteiztarra, aunque en realidad monstruos hubo multitud en todos los bares.

santa isabel y el salvador Ya por la mañana, el cementerio de El Salvador especialmente, además del de Santa Isabel, fueron acogiendo durante todo el día el goteo de personas cargadas con ramos y centros de flores para depositarlos en los nichos y tumbas de sus familiares. Crisantemos, claveles y gladiolos se convirtieron un año más en los grandes clásicos de un día de Todos los Santos para el que el gasto medio de la compra de flores se situó en Vitoria sobre los 30 euros. Tampoco faltaron ayer los tradicionales buñuelos y huesitos en muchas panaderías gasteiztarras. Y es que, aunque el empuje de Halloween es evidente, el peso de la tradición en el día de los muertos mantiene vivas muchas costumbres.