Gasteiz - El debate para la toma en consideración de la propuesta del enclave de Trebiño para segregarse de Castilla y León para incorporarse a Álava como una Cuadrilla más se ha retrasado nuevamente. Según indicó el Letrado del Congreso de los Diputados a los dos ayuntamientos de la comarca -administrativamente burgalesa, pero sita en el corazón del territorio histórico-, ese asunto se ha sacado del orden del día del Pleno del martes 11 y se ha traslado al 18. Además, el anuncio de ese nuevo retraso coincide en el tiempo con la decisión del alcalde de Trebiño, Ignacio Portilla, de “no dejar pasar ni un asunto más de los que suceden en este territorio sin que haya explicaciones de quien corresponda y sin que lo sepa la opinión pública”.
Consecuente con esa decisión, el Pleno del día 17 de este mes de octubre se tomó el acuerdo de pedir explicaciones al 112 por el deficiente funcionamiento del protocolo de actuación en dos casos. En primer lugar, el Pleno fue informado de que el pasado 30 de septiembre se pidió ayuda por la existencia de un avispero en Ogueta. Al parecer, los insectos habían atacado -de manera grave- a dos vecinos. “Desde esa localidad se llamó al 112, aunque no se sabe si quién atendió fue Miranda de Ebro, Burgos o Vitoria”. Lo cierto es que nadie apareció por Ogueta y nadie llamó a su responsable municipal, no sólo para confirmar el mensaje, sino incluso para aclarar si se haría algo. “La verdad es que nos pasa siempre así”, relata Portilla, “llamas al 112 y no se sabe nunca quién saldrá, ni si vendrá alguien”. Por eso el Pleno ha pedido explicaciones.
Otro caso sucedió el 4 de octubre, a las diez y media de la mañana. “Se pide una ambulancia para el traslado urgente al hospital de un vecino de la localidad de Trebiño: accidentado, herido, aturdido y estabilizado en primera instancia por el médico de primera instancia de Trebiño”. La cuestión es que se atiende la llamada y llega la ambulancia, pero el conductor dice que se le paga por ir a Miranda y allí lo lleva, en vez de trasladarle a Txagorritxu, “que es el hospital de referencia desde antes de las autonomías”, explica Portilla. “Lo normal es llevar a Vitoria a los vecinos de Trebiño, excepto cuando se pide lo contrario, que según nuestros datos es apenas en 2% de los traslados”. Por este caso también se han pedido explicaciones al 112, pero además, el Pleno municipal quiere saber si “las ambulancias que manda el SACYL -la Sanidad castellana- tienen obligación de ir al hospital de Miranda de Ebro”. Para Ignacio Portilla éstos no son sucesos aislados, sino el día a día del enclave que ha ido calentando el ambiente hasta llegar a ser la principal razón por la que los vecinos desean ser alaveses.
Así que por poner las cartas sobre la mesa que no quede Y por ello el Ayuntamiento también ha denunciado y ha rechazado estar en el plan de vialidad invernal de Castilla y León. “Aquí no hay un plan de vialidad, hay muchos planes, pero cada uno va a su bola y nadie coordina nada. Ni tan siquiera es posible saber dónde se puede llamar para saber si una carretera del enclave está cortada o no por la nieve o el hielo”. Así, “como lo que hay no es operativo”, se ha denunciado el convenio entre la Diputación Provincial de Burgos y el Ayuntamiento de Trebiño, se ha solicitado dejarlo sin efecto y se ha solicitado la transferencia íntegra administrativa de las carretera del Condado de Trebiño al territorio histórico de Álava en base a obtener una solución definitiva y racional”.
Por todo ello, el Ayuntamiento ha decidido denunciar los convenios que mantiene con Castilla y León, argumentando que “los convenios son el problema, no la solución, porque no funcionan”. Así lo decidió ayer por la mañana en un nuevo Pleno celebrado en Trebiño al mediodía.
Este cúmulo de acontecimientos sólo deja claro el sentir mayoritario de los trebiñeses de llegar hasta el final con el proceso abierto a petición de los dos ayuntamientos -Trebiño y La Puebla de Arganzón- que, al parecer, han logrado dejar claro que la competencia del deslinde territorial no es una competencia de las Cortes de Castilla, sino que es una exclusividad de las Cortes Generales.
Por esa razón se va a enviar en las próximas horas una carta a todos y cada uno de los diputados nacionales informándoles que ésa -la desanexión del enclave de Castilla y León para anexionarse a continuación a Álava- es una decisión que deben tomar ellos. En la carta se les dará cuenta del proceso que se ha seguido, siguiendo todas las pautas que marca la ley, pero que la decisión final es de ellos.
De momento, alcalde y vecinos han ido manteniendo encuentros con diferentes organizaciones políticas con representación en las Cortes Generales, y tan sólo está pendiente un encuentro con Alfonso Alonso (PP), en Madrid. Tras estas conversaciones Trebiño ya tiene claro quién estará con la solución de integrarse en Álava: todos, menos los representantes del PP de Castilla y León. La incógnita es la postura que adoptarán los diputados del PP del País Vasco que, precisamente, gobiernan Álava. Pero aún así se mantiene la esperanza.
Según tiene conocimiento el alcalde de Trebiño, hay varios portavoces en el Congreso de los Diputados que han matizado que aunque no saliera adelante ahora la propuesta, “el debate no se cerraría, lo mantendríamos abierto, buscaríamos un debate más profundo, para poder acceder al deseo de los trebiñeses”.
Por su parte, “en Castilla y León, el Partido Popular sigue con su discurso del conde, de los tiempos medievales. Trebiño es de Castilla y León desde tiempo inmemorial y así seguirá, como si fuera un tributo. Y no estamos dispuestos a seguir en esa polémica desfasada y que ataca los derechos de los vecinos”.
Trebiñu Araba da Por su parte, el movimiento popular Trebiñu Araba da, a través de Pablo Ortiz de Latierro e Iker García de Eulate, han elaborado un extenso artículo en el que denuncian que a algunos políticos se les llena la boca hablando de la racionalización de la Administración. Sin embargo, “un día llega a Trebiño el camión de bomberos cuando ya ha ardido la casa, y otro envían tres camiones (desde Miranda, Vitoria y La Puebla de Arganzón) para apagar el fuego de una moto”.
Su forma de entender el conflicto en Trebiño incluye puntos en los que explican que “otro día nos enteramos de que un paciente trebiñés, que ha sufrido un ictus, tiene que ingresar en Burgos, en su hospital de referencia, para realizar la rehabilitación. El ingreso, que dura 37 días, supone miles de kilómetros para los familiares que deben acompañarle en su ingreso. El uso racional de los recursos habría pasado por el tratamiento en el cercano Hospital de Vitoria. De esta forma se habría aligerado notablemente el coste económico y el sufrimiento de la familia”.
En el mismo sentido, ambos ciudadanos explican que “otro día nos informan de que un vecino ha quedado atrapado en una sima con dos piernas rotas. La localización en los límites territoriales del enclave propicia una disputa competencial que acaba prolongando el rescate durante cuatro horas. Una sima, nada fuera de lo común, parece haberse convertido en un gran agujero semejante a aquél en el que, hasta la fecha, algunos se han empecinado en mantenernos a los trebiñeses”.