Las cartas no están sobre la mesa. No hace falta. Los hechos parecen hablar por sí mismos para aclarar que el presunto interés del diputado general de Álava, el popular Javier de Andrés, por llegar a un acuerdo presupuestario foral para 2015 se diluye en la misma medida en la que se fortalece la estrategia que el PP parece haber abrazado de cara a las elecciones: atacar preferentemente al Gobierno Vasco y, por ende, al PNV. De esa forma, los conservadores pretenderían conectar con el sentimiento anclado en los postulados de la extinta Unidad Alavesa y en los presuntos agravios en favor de Bizkaia. En ese paisaje estratégico no se entendería una entente con jeltzales o socialistas, por lo que las palabras del diputado general en pro de un acuerdo económico se entenderían como una pose vacía de intención real por llegar a acuerdos.

De Andrés anunció esta misma semana su decisión de reunirse con todas las formaciones con representación en las Juntas Generales de Álava para sondearlas en busca de acuerdos que den salida a una propuesta económica para el próximo ejercicio. Según ha podido constatar este diario, la primera reunión tuvo lugar el mismo martes con el portavoz del grupo juntero del PNV, Ramiro González, que a la vez ejerce de candidato jeltzale a encabezar la Diputación durante la próxima legislatura.

La segunda cita tuvo lugar el jueves. En aquella ocasión con la secretaria general del PSE en Álava, Cristina González. Fuentes conocedoras de ambos cónclaves trasladaban ayer a este periódico el carácter tibio de los encuentros, en los que al parecer sólo se trasladó desde el Gobierno foral los grandes números que acompañarán los Presupuestos, que incluirán, de materializarse finalmente, un 3% más de dinero debido a la mejora experimentada en la recaudación durante los últimos meses. Según las citadas fuentes, De Andrés apenas presentó en las reuniones propuestas concretas. Eso sí, conminó a sus interlocutores para que le remitiesen sus apuestas lo antes posible. La premura estaría motivada por el afán de los populares por presentar ante las Juntas un proyecto económico susceptible de concitar apoyos de una o varias formaciones políticas del arco juntero antes del 14 de noviembre, fecha límite impuesta por los reglamentos en vigor en el marco foral.

Curiosamente, aunque sí ha tenido tiempo de reunirse con PNV y PSE, parece que la agenda de Javier de Andrés se encontraba demasiado apretada para hacer lo propio, aunque fuera mediante un primer contacto informal, con EH Bildu y EB, aunque su Gabinete al menos sí ha intentado cerrar -aún sin éxito- una fecha concreta para una reunión la próxima semana con el soberanista Gorka Ortiz de Guinea.

En cualquier caso, parece claro que mucho ha de variar la actitud del Ejecutivo provincial si es que de verdad quiere trabajar por la consolidación de un proyecto económico para 2015 que pueda ser aprobado por la Cámara foral. Los recelos que se plantean en la oposición ante la forma de actuar del PP y del Gabinete de Javier de Andrés a lo largo de la presente legislatura, a la que apenas le quedan unos meses de vida útil, son de hecho numerosos y alcanzan a todas las formaciones políticas en la oposición.

El PNV ha denunciado en varias ocasiones el escaso cumplimiento por parte de los populares del acuerdo presupuestario en vigor y su nulo interés en establecer un verdadero Plan de Empleo capaz de acotar los trágicos números de desempleo que marca la realidad alavesa. Por su parte, en el PSE aún se acuerdan de los acuerdos incumplidos que se establecieron tras la investidura de De Andrés y, en la reunión del jueves, instaron al diputado general a aprovechar el aumento de la recaudación en beneficio de políticas sociales y de empleo.

El crispado contexto que da cobertura a la presunta negociación presupuestaria quedó plasmado ayer mismo en las Juntas, cuando Ramiro González criticó la labor del presidente de la comisión de Hacienda, el popular Miguel Ángel Gómez de Arteche, y éste decidió expulsar al portavoz jeltzale cuando expresó su intención de abandonar la comisión.