Vitoria. En la Facultad de Farmacia de la UPV/EHU están desarrollando técnicas de encapsulación para administrar correcta y eficazmente ciertos fármacosEnara Herran, investigadora del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la UPV/EHU, trabaja con el objetivo de mejorar la manera de administrar los tratamientos del alzhéimer y párkinson.
Y es que, tal y como subraya la misma Herran, "ambas enfermedades son cada vez más comunes en nuestra sociedad".Ambas dolencias afectan a las neuronas: pierden su estructura y función, lo que provoca el deterioro las funciones motoras, cognitivas, sensoriales y emocionales del paciente.
Según manifiesta Herran, los fármacos utilizados tanto en el tratamiento del alzhéimer como del párkinson, en muchos casos, no hacen sino mitigar sus síntomas; no actúan sobre el origen de la enfermedad. "El tratamiento, normalmente, es a base de pastillas, tomadas por vía oral".
Pero ese tipo de fármacos no es el único utilizado para hacer frente tanto al alzhéimer como al párkinson. Ciertos medicamentos impiden la pérdida de neuronas y ayudan a la formación de nuevas; por ejemplo, los factores de crecimiento. "De todas formas, no son tan empleados, ya que no hay una manera eficaz y segura de administrarlos", ha señalado Herran.
Según ha explicado la investigadora, para llegar hasta las neuronas los medicamentos han de atravesar la barrera hematoencefálica ?un objetivo nada sencillo?. Precisamente ese es el problema que quiere superar Herran con su investigación."Los factores de crecimiento son encapsulados, para administrarlos con gran eficacia y seguridad. Es decir, son introducidos en micro y nanocápsulas, y se implantarían en el cerebro, mediante una craneotomía. Así, pues, los fármacos serían liberados en el lugar donde deben actuar, de una manera constante y en la dosis apropiada", ha explicado Herran.
Las micro y nanopartículas liberan dichos factores de crecimiento en un plazo de tiempo entre 2-3 meses a un año, hasta que se degrada el polímero. De esta manera, se evita que el paciente deba tomar el medicamento diariamente. En cualquier caso, esa no es la única ventaja. Se ha comprobado, en experimentos realizados con ratones y ratas, que los fármacos encapsulados son mucho más eficaces que los tomados por vía oral. Como ha recordado Herran, "El alzhéimer y el párkinson son ya un problema para la salud pública, y la comunidad científica está realizando un gran esfuerzo en la búsqueda y en el avance de nuevos tratamientos".
Bien encaminadosSegún ha explicado Herran, en experimentos realizados con animales han probado dos factores ?vascular endothelial grouth factor (VEGF) y glial cell-line derived neurotrophic factor (GDNF)? encapsulados en un polímero biocompatible y biodegradable ?poly (lactic co-glycolllic acid) (PLGA)?. "Conseguimos micro y nanopartículas utilizando varias técnicas de encapsulación. En primera instancia, realizamos las pruebas con el párkinson; primero, en cultivos celulares, y, después, en ratones.
En ambas pruebas obtuvimos buenos resultados". Herran ha resaltado que los ratones tratados con partículas han mejorado notablemente: "Se advirtió una gran mejoría ?en comparación con el grupo de control? tanto en el comportamiento como en la cura de las zonas dañadas".
Después, realizaron la prueba con el alzhéimer, en ratones. Herran ha afirmado que en ese caso también se obtuvieron buenos resultados: "Tres meses después de haber realizado el tratamiento, los ratones tratados tenían buena memoria; similar a la de los ratones sanos.
Mediante un análisis histológico, comprobamos que las placas de beta-amiloide que se desarrollan en el alzhéimer habían disminuido sustancialmente, así como la inflamación, y que la angiogénesis se había intensificado".Han dado a conocer los resultados y conclusiones de estos experimentos en publicaciones especializadas, entre otras, en Journal of Controlled Release, de gran renombre.
Y es que ese ha sido, concretamente, el tema de su tesis doctoral. Aunque la investigación no ha terminado; según ha avanzado Herran, ahora está investigando la manera de obtener "formulaciones mejores", para no tener que implantar las micro y nanopartículas en el cerebro. El objetivo final es claro: desarrollar la manera más eficaz, segura y adecuada de tratamiento del párkinson y del alzhéimer.