gasteiz - El proyecto de rehabilitación y resurrección del antiguo balneario de Kuartango, un monumental edificio de 1879 que suma cerca de tres décadas en desuso y abandono, ha iniciado el nuevo curso con energías renovadas. Tanto es así que el Ayuntamiento acaba de publicar en el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Álava (BOTHA) el pliego de condiciones que permitirá optar a la cesión de los diferentes espacios del complejo para, a partir de ahí, dotarlo de nuevos usos. Un paso que se suma a los sucesivos auzolan que han permitido adecentar la vetusta mole de piedra y a las asambleas donde han surgido diferentes ideas para llenarla de contenido. Los aspirantes tienen 61 días para presentar sus ofertas, un plazo que concluirá el 1 de diciembre.

La asociación Kuartango Bizirik, que trabaja en la recuperación del balneario desde hace más de un año, celebra que el Ayuntamiento haya tenido en cuenta su principal aspiración a la hora de impulsar este proceso. “Ha hecho un buen trabajo buscando el encaje legal de la propuesta que hacíamos de llenar el espacio con múltiples proyectos, y a partir de aquí se abre una etapa en la que las ideas que existían, y que poco a poco iban tomando forma, se podrán concretar”, explica el colectivo. Tras una primera jornada de reflexión y búsqueda de soluciones colectivas que se celebró en abril de 2013 y las numerosas reuniones posteriores, han sido muchas las propuestas que se han ido poniendo sobre la mesa, tales como la posibilidad de crear viviendas sociales cooperativas, de construir un albergue, de levantar una guardería, de hacer talleres... El Ayuntamiento, propietario de la instalación, también se ha mostrado abierto a remar en esta misma dirección, la de sondear la opinión del mayor número posible de ciudadanos para que la rehabilitación sea lo más beneficiosa posible para todos.

La adjudicación se realizará por concurso abierto, aunque al tratarse de diversas edificaciones los aspirantes podrán presentar sus ofertas sobre el conjunto de ellas o sobre partes susceptibles de explotación, ya que el complejo podrá ser dividido. Eso sí, la adjudicación del conjunto se considerará “prioritaria” respecto de la de las partes independientes.

El plazo máximo de la concesión será de 75 años, contados a partir de la fecha del otorgamiento de la misma. Según expone el pliego, ésta no se podrá realizar con base en “criterios meramente económicos ni tan siquiera sociales”, sino atendiendo “a diversos criterios de valoración y en especial a que aunque sean partes independientes deben ser técnicamente viables en su conjunto”.

De igual forma, la presentación de una oferta u ofertas que fueran aceptables individualmente pero que no lo sean desde el punto de vista del conjunto del edificio y de su viabilidad puede llevar a la declaración de concurso desierto.

Al margen del inicio de este proceso, Kuartango Bizirik ha organizado una nueva jornada de trabajo para el próximo sábado 18 mediante la que pretende llevar a cabo el saneado, lijado y pintado de carpinterías de la primera planta del edificio blanco, y si da tiempo, también de la segunda, así como la reposición de cristales rotos. Los vecinos que así lo deseen están convocados a este nuevo auzolan a las 10.00 horas. Ya por la tarde, a partir de las 18.00 horas, se llevará a cabo una asamblea donde se renovará la junta directiva de la asociación, se repasará el estado general del edificio y se realizará una valoración del primer año de trabajo.

En el último auzolan, celebrado el pasado mes de junio, los vecinos sanearon los cerramientos del edificio blanco, un trabajo “asequible” aunque quedó a medias, y ahora pretenden terminar antes de que el tiempo empeore. Además, el Ayuntamiento ha cumplido su compromiso de reparar la cubierta, los canalones y las bajantes del edificio. Anteriormente, las labores de limpieza fueron intensas en el antiguo balneario para evitar su progresivo deterioro.

Tras la constitución de Kuartango Bizirik hace un año, el colectivo ha proseguido con la dinamización del proyecto de recuperación ejerciendo una interlocución directa con el Consistorio y canalizando las ideas surgidas entre los vecinos para rehabilitarlo. Sus impulsores siempre han reiterado que se trata, en todo caso, de un proyecto abierto a la participación de todos, que busca la implicación vecinal y sumar todos los esfuerzos posibles, incluso en otras localidades del entorno. Por el momento, estas dos condiciones han sido clave para que esta iniciativa impensable hace sólo unos pocos meses -el balneario ha sobrevivido a varios intentos de derribo- se acerque cada vez más a la realidad.