kuartango - Los vecinos de Kuartango no están dispuestos a que se pierda por abandono el antiguo balneario. Para evitar su derribo están poniendo en marcha una asociación que impulse su recuperación, iniciativa que cuenta con todo el apoyo del Ayuntamiento. El presidente de la gestora, Eduardo Martínez de Santos, es una de las personas que empujan este proyecto que "lleva año y medio o dos años con un proceso abierto para intentar que no se nos hunda el edificio y para poderlo recuperar para usos de interés del valle".
Desde que hace unos meses, el Consistorio de Kuartango puso en marcha junto a un grupo de arquitectos locales un proceso de rehabilitación de ese edificio con una idea clara. Su derribo tiene un coste inasumible y el mantenimiento de la situación actual llevará en un periodo corto de tiempo a un peligro real ante posibles ruinas, además de que supondría la pérdida de un patrimonio real para todos los vecinos. El objetivo del proyecto es que el edificio pueda albergar necesidades presentes y futuras de los habitantes de Kuartango. Este proyecto se presentó hace tiempo a la gente del valle y a partir de ese momento, las personas que acudieron a la reunión acordaron constituir una asociación sin ánimo de lucro para dar los primeros pasos hacia el objetivo de salvar el edificio para darle nuevos usos. En las reuniones que se han mantenido hasta ahora se ha hablado de viviendas para jóvenes, de viviendas para personas mayores, de albergue, talleres y teatro, oficinas y actividad económica y otras salidas.
Con el fin de lograr una mayor sensibilización de los vecinos del valle, el próximo 7 de septiembre se ha decidido realizar una jornada de puertas abiertas, en un día que culminará con la firma del acta de constitución de la nueva Asociación de Amigos del Balneario-Kuartango Bizirik, con la idea de que se encargue de dinamizar todas las actividades en torno al edificio. Martínez de Santos explica que también se ha hablado con la Diputación Foral de Álava, "por las condiciones de cesión inicial, ya que el edificio -que era propiedad de la Diputación- estaba reservado a un uso de oficinas municipales. Se tiene que modificar ese concepto".
Mientras llega ese momento, la gente que se ha ido aglutinando alrededor de este proyecto tiene idea, este verano, de realizar algunos trabajos de mantenimiento de un edificio que ya no puede esconder los achaques que le afectan. Concretamente, piensan en arreglar algunas ventanas que están estropeadas y colocar los cristales que se han ido rompiendo con el paso del tiempo.
Participación vecinal Pero la principal preocupación de los promotores es que la gente asuma un papel activo en la recuperación del edificio, ya que nadie mejor que los kuartangueses sabe las necesidades que tiene el viejo balneario. "La participación ciudadana es fundamental para que el proceso salga para adelante. Los técnicos utilizarán esas propuestas para realizar una planificación de la obra a partir de ellas para poder asegurar que el proyecto esté acorde con las demandas".
El balneario de Zuazo se construyó en el siglo XIX no tanto por sus propiedades curativas como por edificar un centro social tan de moda en la época. Tuvo sus años de gloria y posteriormente se fue abandonando, hasta que los Salesianos se fijaron en el edificio para poner en marcha un seminario. Según la gente de la localidad, aquello fue un error, porque entre los años 50 y 80 del pasado siglo fueron realizando numerosas pequeñas obras que destruyeron algunos de los espacios más significativos del balneario.