apenas restan 48 horas para que los alaveses rindan tributo a su querido patrón y todos los preparativos se encuentran ya en marcha. Tanto en el epicentro de la fiesta, Armentia, como en los miles de rincones donde San Prudencio se vivirá de una u otra forma a lo largo de los próximos días. Principalmente en Gasteiz, que este domingo será el escenario del pistoletazo de salida oficial a la diversión a toque de retreta y tamborrada, amén del mágico pregón representado anteayer en el Teatro Principal a cargo de los promotores de Magialdia.

Claro que San Prudencio es mucho más que los actos oficiales y ya desde hoy mismo los eventos en honor al patrón comenzarán en la que sin duda es su casa, Armentia, a donde miles de alaveses acudirán en romería el lunes tras una intensa noche de juerga por las calles de Gasteiz. El popular bar-bolera del pueblo acumula ya unos cuantos días de atareados preparativos que culminarán hoy con una concurrida degustación de txakoli que servirá ya para recordar que San Prudencio está muy cerca.

Ángel Fernández y su hija Adele atienden a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en pleno aprovisionamiento de cerveza y refrescos, "ajetreados" y también concienciados de que todo tiene que estar a punto para vivir sus días de mayor tráfico de clientes. "En eso estamos. Y como siempre, rezando para que haga buen tiempo", asegura Adele.

Sin duda, en este negocio familiar se vivirán "los días más especiales de todo el año", jornadas de muchísimo trabajo pero también de diversión marcadas por los reencuentros. "Estamos esperando todo el año a estas fiestas, como vecinos y como hosteleros. Hay tradiciones que nunca cambian", advierte el veterano profesional. Habida cuenta de que muchos de los vecinos de Armentia han emigrado a la ciudad, uno de los principales alicientes para quienes todavía residen allí es volver a encontrarse con no pocas caras conocidas, disfrutando de la gastronomía o un buen poteo. "Todo queda en casa. Es una fiesta y trabajamos mucho, pero lo hacemos súper a gusto, de risas. Ya que nos toca, también intentamos disfrutar", reconoce Adele.

Ángel y su familia, que han apostado por las "innovaciones" para intentar atraer al mayor número posible de vecinos y que estos días sean todavía más redondos, animarán el pueblo mañana con una parrilla argentina y el domingo con sendas degustaciones de jamón cortado a cuchillo y caracoles, una de las joyas gastronómicas de San Prudencio. Tras la vorágine festiva del lunes, los juegos de cartas, la rana y, cómo no, los bolos tendrán su espacio en el emblemático local. "Esperamos que haya movimiento a diario. Y siempre con un ojo en el cielo, por supuesto, porque ponen nubes y claros todos los días pero eso es muy amplio...", reconoce la joven.

Estos días previos a San Prudencio han sido también de intenso ajetreo para Alfredo López de Uralde, presidente de la Junta Administrativa de Armentia. "Para ser más exactos, me llamo Prudencio Alfredo", puntualiza con orgullo el líder vecinal, que tomó las riendas de la Junta el pasado mes de diciembre. López de Uralde es de los que disfrutan las fiestas, como buen vecino del pueblo, y para que todo salga sobre ruedas estos días se ha empeñado en tener todo el trabajo adelantado y así pillarse los dedos lo menos posible. "Este año tenemos los deberes muy adelantados. Era mi objetivo, evitar los agobios, porque la fiesta ha caído después de Semana Santa y eso tiene su peligro", reconoce el presidente de la Junta Administrativa.

Entre otros actos, que comenzarán con el txupinazo y la tamborrada por las calles del pueblo a las 19.00 horas del domingo, los vecinos disfrutarán de una verbena popular esa misma víspera del día 28, de un campeonato de tute, mus y brisca relámpago, del teatro infantil o, ya el día de Estibaliz, de un pasacalles musical y de los cabezudos. Numerosos eventos, muchos de ellos de la mano del bar de Ángel Fernández, que harán que la fiesta no decaiga en Armentia durante los siete próximos días. "Con un nivel económico muy bajito hacemos muchas cosas", celebra López de Uralde.

Otro de los eventos imprescindibles para los vecinos del pueblo, de "reencuentro", será el próximo miércoles 30, con una degustación de pintxos de bacon para los empadronados allí -aunque ya no vivan en Armentia- y sus familiares. Estos últimos sólo pagarán algo simbólico a cambio de la delicia culinaria. "Me gusta la gente y quiero reunir a todo el que pueda venir del pueblo, porque cada vez nos vemos menos. Hay gente muy mayor y no tenemos ni 20 chavales menores de 18 años", contabiliza.

En medio de estas citas más familiares llegará el plato fuerte de las fiestas, la subida a las campas de Armentia del próximo lunes, en la que los vecinos del pueblo acostumbran a juntarse en familia y, por supuesto, disfrutar del ambiente. "Cuando yo era pequeño venían muchos primos y recuerdo a mi madre, mis tías y mis abuelas todo el día cocinando. Es un día en familia, de tomar un txisme en las txosnas, de ver el ambiente que es muy agradable y de dar otra vuelta por la parte, pero como Junta Administrativa no hacemos nada", remarca López de Uralde.

caracoles y perretxikos Si los nervios en Armentia se encuentran ya a flor de piel ante la cercanía de la fiesta, la emoción por un día tan especial como el de San Prudencio comienza a palparse también en Gasteiz, donde el aprovisionamiento de perretxikos y caracoles se ha acelerado con el paso de las jornadas. Un buen ejemplo de ello podía verse ayer en plena Plaza de Abastos, donde la quesería de Mari Damián presentaba importantes colas desde primera hora de la mañana.

La responsable, esa seta tan enraizada en la fiesta, el perretxiko, que ayer podía encontrarse en este puesto por 22 euros el kilo, más barato que en temporadas anteriores. Los ha habido estos días y en otros lugares, eso sí, por más de 30 o incluso 40 euros, en función de su procedencia. Para evitar aglomeraciones, dos colas: una para comprar el perretxiko y la otra, para todo lo demás. "Vamos tirando... y eso que otros años han sido más caros. Llevamos 15 días con los perretxikos, pero con tanta fiesta de por medio... La gente no tiene un duro pero bien que se marcha por ahí", bromeaba la veterana comerciante.

En el piso de arriba, Unai López de Munain se afanaba entretanto en la venta de caracoles, que ayer se encontraba "bastante parada". "Hay menos gente de lo normal porque es la Semana de Pascua y parece que están todos fuera. El año pasado había menos caracoles y se vendieron todos, pero por 20 euros", advertía el joven. Este año, el caracol ronda los 15 euros el kilo y la caracola, los 10. "Esperemos que la cosa se anime. Si no, volveremos el sábado", prometía.

Sin duda, otro de los emblemas de la fiesta son las sociedades gastronómicas, y qué mejor representante de las intensas horas previas a San Prudencio que Juanjo Martínez de Viñaspre, Anemias, que además fue su pregonero en el año 2003. Miembro de la sociedad Kapildui, que este año no saldrá a la tamborrada oficial, a Anemias también le gusta disfrutar de la fiesta y, por supuesto, cocinar para sus amigos. "Hoy mismo -por ayer- vamos a preparar unos 12 kilos de caracoles, con una receta muy sencilla. Tomate, pimiento choricero, tacos de jamón y chorizo y en algunos casos también perretxiko, que queda muy rico", describe. Con ese menú, ya sólo queda disfrutar y esperar que el santo meón no cumpla con su amenaza. "Si San Prudencio hace el milagro de que el Alavés gane al Mallorca, igual es mucho milagro que no llueva", bromea Anemias.