gasteiz - Martín, dueño del bar Madison de la Avenida de Gasteiz, está sentado junto a la barra de su establecimiento vacío. Desde que las obras de la Avenida saltaron al margen oeste de la arteria vitoriana, su terraza se ha visto reducida a la mínima expresión, y la gente ha dejado de pasar por la zona porque los pasos de cebra están inhabilitados. Sólo se puede vadear la calle por su zona central, y ello ha hecho que la zona de veladores se quede sin tránsito humano durante meses.

"Estamos de puta pena -describe sin pelos en la lengua-, las obras nos están quitando un montón y el Ayuntamiento no da soluciones, están cortando todos los pasos, y aquí la única solución la tenemos que buscar nosotros, abriendo más horas o como sea". Para este hostelero la Semana Santa ha sido un desastre, porque a pesar del buen tiempo en el hueco que ha quedado libre en la calle como consecuencia de las obras sólo caben dos mesas con sus correspondientes sillas, "y aquí en cuanto viene el verano vives de la terraza más que del bar. Eso sí -denuncia-, el impuesto lo cobran, así que si cuando esté la obra hecha facturo más ya lo diré, pero de momento esto es un desastre", afirma.

Martín reclama que el Ayuntamiento sea claro y explicite cuándo van a acabar las obras, pues de momento "todo son rumores", y pide además que la institución se rompa un poco la cabeza para minimizar las molestias a los comerciantes y hosteleros. "El paso que va a Bruno Villarreal y Gorbea está cerrado, el de la plaza de la Constitución también, y la gente se queda donde no tiene que dar vueltas. Todo eso se puede solucionar poniendo unas tablas, unas chapas o algo, pero ellos cogen, cortan a su comodidad y se acabó", concluye. - T.D.